El Senado norteamericano terminó de aprobar ayer 636 mil millones de dólares para el presupuesto militar de 2010. Cerca de 130 mil millones están destinados a las guerras de Irak y Afganistán, aunque no incluyen el despliegue de los 30 mil soldados a Afganistán, ordenado este mes por Barack Obama. Los medios locales estimaron ayer que el envío de ese nuevo contingente sumaría unos 30 mil o 40 mil millones de dólares al presupuesto anual. Por ahora el presupuesto, sin embargo, no establece grandes aumentos con respecto al año anterior, con la excepción de los salarios militares, que crecerán en un 3,4 por ciento. El proyecto se venía discutiendo y tuvo que sufrir varios cambios y enmiendas antes de recibir la luz verde final. Entre los agregados, incluyeron la extensión por dos meses más del subsidio de desempleo para las personas que hace mucho tiempo que están sin trabajo y otros subsidios para el sistema nacional de transporte. Mientras las tropas estadounidenses esperan la llegada de los fondos autorizados, los atentados y las bajas continúan, especialmente en Afganistán. Ayer murió un soldado norteamericano en el sur del país, lo que ya suma 306 en el año.