“Con muchas cualidades, personalmente impecable, un buen profesional.” Con esas palabras, uno de sus colegas describió al gendarme argentino Gustavo Ariel Gómez, que falleció como consecuencia del terremoto que azotó a Haití. Gómez era uno de los 20 miembros del contingente que Gendarmería Nacional había enviado a la isla caribeña para colaborar con la misión de paz de la ONU.

Gómez, de 33 años, había llegado a Haití en abril de 2009. Se de-sempeñaba en la misión Minustah de las Naciones Unidas, junto con otros 13 gendarmes. El resto del contingente –seis de los 20 que prestaban sus servicios para la ONU– se encuentran a cargo de la seguridad de la embajada argentina en Puerto Príncipe.

Había viajado a Haití en una comisión de un año, “motivado por su vocación de servicio” y debía regresar a la Argentina en abril próximo, informó Alfredo Erben, comandante mayor y jefe de la Agrupación IV de Posadas, Misiones, lugar donde trabajaba Gómez antes de su partida al país caribeño. No era la primera vez que viajaba para una misión de la ONU a ese país: ya lo había hecho en 2006, luego de hacer el curso de preparación para ese tipo de tareas especiales. Una vez finalizada la capacitación –que incluyó el aprendizaje del idioma francés–, “se postuló para la misión de seguridad y Gendarmería lo aprobó”, explicó el comandante Erben a Página/12.

Oriundo de la provincia de Buenos Aires, Gómez estaba casado con Patricia Borja de 28 años y tenía dos hijos de 3 y 4 años, que viven en Posadas, Misiones. Prestaba servicios a la Policía Científica de la ONU con la tarea de colaborar en la formación de la Policía Nacional haitiana. Según informó Erben, el suboficial fue una de las víctimas del derrumbe del edificio del Cuartel General de la ONU, en Puerto Príncipe.

Informe: Rocío Ilama.