El gobierno alemán aprobó el esperado proyecto de ley que contempla el préstamo a Grecia de 22.400 millones de euros en los próximos tres años. El proyecto será remitido para su sanción el viernes a las dos cámaras del Parlamento. La coalición gobernante de democristianos y liberales puede aprobar por sí sola la ayuda a Grecia.

La canciller alemana, Angela Merkel, defendió la medida argumentando la necesidad de un accionar firme por parte de la eurozona. “La acción de rescate es de una dimensión política y económica enorme.” Merkel resaltó que a través de la ayuda no sólo se auxilia a Atenas, sino que se asegura la estabilidad del euro, algo de lo que también se benefician los alemanes. “Una moneda europea estable es un bien sumamente elevado”, sostuvo, al tiempo que demandó más medidas. “Tenemos que aprender de esta situación” y poner fin a las especulaciones, así como crear una agencia europea de calificación. La mandataria demandó reformas del Pacto de Estabilidad, de modo de que no pueda ser incumplido en el futuro y propuso un impuesto bancario unificado en Europa para el financiamiento de crisis futuras.

Entre los países del bloque, Alemania contribuirá con la mayor suma, unos 22.400 millones de euros –lo que equivale a un 28 por ciento del total del paquete de casi 110 mil millones de euros–. Por su parte, el Fondo Monetario Internacional asistirá a Atenas con otros 30.000 millones de euros. La decisión de Berlín llegó después de un mes de idas y vueltas. Un pacto hace un mes hubiera costado menos al bloque y al pueblo griego, advirtieron los críticos. Sin embargo, los funcionarios del gobierno aseguraron que simplemente no existían las condiciones políticas para que Merkel firmara el préstamo con anterioridad.

Los partidos de la oposición al gobierno de Merkel expresaron reparos. Para los socialdemócratas, la ayuda debería incluir una importante contribución de los bancos alemanes, que tienen en sus balances unos 27.000 millones de euros de títulos soberanos de Grecia.

Al igual que Los Verdes, el SPD demanda un plan para impedir ataques especulativos como el lanzado contra Grecia. “Necesitamos la participación de los bancos, necesitamos acotar las especulaciones con divisas y necesitamos una regulación de los mercados financieros internacionales para acabar finalmente con estas especulaciones dañinas que al final siempre tiene que costear el contribuyente”, demandó el jefe de la bancada socialdemócrata, FrankWalter Steinmeier. El Partido de la Izquierda anunció que votará contra la ley.