Una ola de agresiones de carácter racista contra mexicanos se está registrando en un suburbio de Nueva York, indicaron ayer la policía y el Consulado de México, que están tomando medidas. La policía anunció que reforzó en 29 el número de patrullas en Staten Island (sur de Nueva York) la noche del martes al miércoles, tanto de agentes en uniforme como de efectivos en civil.

El grupo de voluntarios civiles Guardian Angels y el Consulado de México en Nueva York también anunciaron el despliegue de personal en la zona ante el incremento de los ataques, principalmente contra mexicanos. “Nos complace que haya más ojos y oídos, vengan de donde vengan”, comentó a la prensa el jefe de policía de Nueva York, Raymond Kelly, tras indicar que la Fuerza de Tareas contra Crímenes de Odio está investigando agresivamente.

La última víctima fue el oaxaqueño Fidel González, miembro de una familia numerosa asentada en el condado Richmond de Staten Island, brutalmente golpeado en Faber Park el viernes pasado, cuando regresaba a su casa, según el Consulado. Hace varias semanas, otro mexicano, Bernardo García, también sufrió una agresión en el mismo condado, donde tres meses antes otro mexicano de 27 años, Rodolfo Olmedo, también había sido agredido y fue víctima de insultos racistas.

Las autoridades precisaron que este año ya hubo veintiún crímenes motivados por el odio racial en Staten Island, de los cuales once fueron contra latinos, en oposición a sólo dos hechos de esa índole perpetrados contra hispanos en 2009. “En todos los casos hubo insultos contra los mexicanos”, explicó el cónsul de México Rubén Beltrán, que denunció una situación de microclima social en Staten Island y se reunió esta semana con Kelly durante 40 minutos.

Sin adelantar respuestas antes de que la Justicia llegue a sus propias conclusiones, Beltrán indicó sin embargo que existen varias hipótesis para explicar los hechos de violencia. Según el diplomático, las investigaciones parecen apuntar a jóvenes afroamericanos de entre 16 y 24 años, cuyo móvil no es el dinero, sino únicamente agredir a mexicanos y llamar la atención de los medios.

El miércoles, la presencia de la policía era masiva en Richmond, según testigos presentes en el lugar. “Hay una cantidad de policías que llegaron desde ayer de noche”, dijo Curtis Sliwa, jefe de los Guardian Angels. “Fue un cambio impresionante en 24 horas”, comentó acerca del despliegue policial el líder del grupo de voluntarios, que conoce como pocos el fenómeno de las pandillas y las rivalidades étnicas de Nueva York.

Sliwa confirmó la hipótesis de Beltrán. “Hay jóvenes negros que andan en bicicleta y cuando ven a un mexicano solo, lo atacan. Los jóvenes están reaccionando a comentarios que oyen sobre los indocumentados mexicanos. Este antes era un barrio predominantemente negro y los mexicanos empezaron a llegar y a desplazarlos. Antes los negros eran las víctimas, pero ahora los oprimidos se convirtieron en mayoría y son los opresores”, explicó.