Desde Burayqah

El camión explotó con un ruido terrible en el medio del camino, se prendía fuego mientras daba tumbos hasta que se detuvo en el campo adyacente. Dos hombres a bordo saltaron gritando, uno golpeándose las llamas de su chaqueta. El vehículo, dijeron ambos en el puesto al lado del camino, estaba transportando municiones. Pero se negaron a revelar hacia dónde se dirigían, sacándose de encima a unos curiosos que los quisieron detener. El grito inmediato fue que era una bomba enviada por los leales a Khadafi que atacaría las posiciones rebeldes alrededor de Benghazi.

La explosión del camión ocurrió ayer en la ruta principal a Benghazi, la capital de Libia Libre, más o menos en la mitad oriental del país, reforzando la idea de que el régimen en lugar de implosionar bajo el asedio, como sugieren algunos relatos, había consolidado su posición y estaba atacando a sus enemigos. Aunque las circunstancias exactas de este incidente permanecieron inciertas, hay evidencia suficiente del oeste que sugieren que los leales a Khadafi están lejos de ser una fuerza quebrada.

El Consejo Nacional, la administración provisional establecida por el movimiento de protesta, sostiene que el régimen está refugiado en Trípoli y en otros pocos lugares como Sirte, la tierra natal de Khadafi, mientras que la oposición domina el resto de los territorios. Pero en realidad nada está controlado poco después de que en la ciudad de Ajdabiya, a 90 minutos de auto de Benghazi y tras una pausa en los ataques aéreos, los aviones de guerra llevaron a cabo un ataque con misiles sobre un depósito de armas en las afueras de la ciudad, en un esfuerzo para que las armas no cayeran en manos rebeldes.

Mientras, las tropas del régimen llevaron a cabo misiones de combate en el interior. Han estado activas en el pueblo de Bisher, justo afuera de Burayqah. Adel Sharif, de 30 años, propietario de un negocio local, dijo: “Han estado llegando hasta en seis camiones, la última vez hace tres días. Están controlando el área de nuevo. Teníamos algunos voluntarios (rebeldes) de Benghazi que fueron al camino, pero se encontraron con los hombres de Khadafi y regresaron sin disparar un tiro. Hasta donde podemos ver, los hombres de Khadafi vienen derecho aquí y van a Benghazi, nada los detiene. Los vemos reunirse en grandes números y nos preguntamos qué va a suceder”.

Idirs Fathi, un carpintero, añadió: “La situación se está volviendo muy preocupante. La milicia de Khadafi se llevó a algunos hombres de aquí, y no creemos que los volvamos a ver. Escuchamos que muchos soldados del ejército libio cambiaron de bando, pero no hemos visto a ninguno de ellos luchar del otro lado”.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

Traducción: C.D.