El repudio de una sociedad que no tolera más recortes se hizo escuchar ayer en Grecia y puso el grito en el cielo originando violentos enfrentamientos con la policía de Atenas. Cuando se supo que la votación del plan de recortes era un hecho, con 155 votos a favor y 138 votos en contra, los incidentes se multiplicaron. Un diputado socialista que había cambiado de opinión votando a favor de la aplicación del plan fue recibido por una lluvia de proyectiles que le provocó heridas en la cabeza.

Los dirigentes europeos, con Angela Merkel a la cabeza, se congratularon por la aprobación del ajuste, aunque los diputados deben votar este jueves las leyes de aplicación del programa. Su aprobación fue una condición indispensable para que la Eurozona y el Fondo Monetario Internacional (FMI) desbloquearan 12.000 millones de euros que le permitirán a Grecia evitar la bancarrota y cumplir sus compromisos a mediados de julio.

Los mercados también recibieron con beneplácito las señales desde Grecia. El euro se reforzó frente al dólar y las principales Bolsas europeas terminaron con fuertes alzas, que llegaban a 1,54 por ciento en Londres, 1,88 por ciento en París, 1,73 por ciento en Francfort y 2,08 por ciento en Madrid. Los tipos de interés a largo plazo de Grecia bajaron a menos de 16 por ciento por primera vez desde fines de mayo. Las tasas a largo plazo a 10 años de España también bajaron tras el voto en Grecia, a 5,564 por ciento, en lugar de 5,624 por ciento. Las de Portugal pasaron a 10,822 por ciento, en lugar de 11,226 por ciento.

Los recortes son “la única vía de comprar tiempo para acometer los grandes cambios que el país necesita”, dijo el primer ministro socialista, Giorgos Papandreu, antes de la votación. El plan de rescate de 110.000 millones de euros adoptado en mayo del año pasado resultó insuficiente para calmar la inquietud de los mercados y la deuda siguió creciendo, hasta totalizar actualmente 350.000 millones de euros, equivalentes al 150 por ciento del Producto Interno bruto (PIB) de Grecia.

“Hemos dado un gran paso”, festejó el ministro de Finanzas, Evangelos Venizelos. “Mañana (por hoy) daremos el segundo, de manera que el domingo pueda presentarme ante mis colegas del Eurogrupo con la prueba tangible de la credibilidad del país”, agregó. Un solo diputado de la bancada del Partido Socialista (Pasok), Panayotis Kurublis, votó contra el plan y fue inmediatamente expulsado de esa fuerza. Una legisladora de la oposición de derecha desacató por su lado la consigna de su partido y votó a favor. Los manifestantes erigieron barreras en la plaza Syntagma y por la mañana trataron de rodear el edificio del Legislativo, pero fueron dispersados frente al Hotel Hilton. “La opción es ellos o nosotros. El nuevo proyecto de presupuesto y el acuerdo con la Unión Europea y el FMI destruirán al país y destriparán a los trabajadores, a los desempleados y a los niños”, denuncia Rena Nenedaki, una abogada de 40 años, presente en las protestas.