Veintidós mil hombres movilizados contra un puñado de palabras, y un puñado de irrenunciables pacifistas y partidarios del diálogo con los palestinos que se mueven en todas las direcciones para que la sociedad israelí reconozca al Estado palestino. El Ejecutivo israelí hizo entrar en acción a dos terceras partes de sus fuerzas en previsión de los desbordes que pueden producirse en las colonias judías y en el territorio palestino de Cisjordania cuando el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, pronuncie en las Naciones Unidas el discurso en el cual pedirá a la Asamblea General el reconocimiento de Palestina como Estado pleno. Con ese telón de fondo, las organizaciones israelíes que militan por el reconocimiento de ese Estado intensificaron sus acciones pedagógicas para sumar aliados a esa causa. Entre las muchas acciones emprendidas hasta ahora, el Foro de ONG israelo-palestinas por la paz lanzó un manifiesto en el que expone las “50 razones para Israel para reconocer al Estado palestino en la ONU”. El texto, respaldado por el influyente editorialista del diario Haaretz Gideon Levy, busca explicar a la sociedad por qué no hay peligro ni catástrofe en ese reconocimiento. El texto de Levy, publicado recientemente, concluye con una pregunta sencilla y desafiante: “Por qué decir no una vez más”. A sus 31 años llenos de convicciones, Yael Patir dirige la campaña en la que participan unas cien ONG de ambos lados del muro. La mujer explica que, en cuanto se supo que Abbas iba a dirigirse en esos términos, hubo en “Israel una campaña de miedo orquestada por el gobierno. El mensaje consistió en decir que eso era una amenaza para Israel, que no conduciría más que a una escalada, que los palestinos se agolparían en las fronteras. Todas las expresiones de los hombres políti

cos apuntaban a generar miedo”. El manifiesto pretende funcionar como un antídoto contra esos temores. Así, en el editorial de Gideon Levy, el periodista demuele todos los argumentos oficiales esgrimidos desde hace décadas –Arafat como obstáculo para la paz, la seguridad de Israel, el terrorismo, etc.– y hace un breve y lúcido resumen de las opciones que tenían los palestinos: “Rendirse sin condiciones y seguir viviendo bajo la ocupación como hace 42 años, lanzarse en el terrorismo o la Intifada o movilizar al mundo en nombre suyo. Eligieron la tercera opción, el mal menor, incluso desde el punto de vista de Israel”.

Yael Patir explicita el contenido del manifiesto y la filosofía general de la iniciativa: “Apoyamos la creación de un Estado palestino. Queremos reducir el miedo en el seno de la opinión israelí, porque el miedo puede crear las condiciones de la violencia”. El editorialista de Haaretz insiste con gran habilidad pedagógica en la confusión voluntaria creada por el gobierno conservador de Benjamin Netanyahu al tiempo que esboza los cambios históricos que se han ido produciendo en el contexto regional. Ello lo lleva a escribir: ¿Cuál es la alternativa ahora que los cielos se cierran sobre nosotros?”. “Reconocer el Estado palestino y vivir en paz en base a las fronteras de 1967 y según el postulado de dos Estados con capitales en Jerusalén”, responde desde Tel Aviv Yael Patir. Convencer a una mayoría, es hoy algo inalcanzable. Sin embargo, quienes empujan la campaña esperan disuadir a una opinión pública ante la cual, explican, la actual mayoría ultraconservadora carece de argumentos. Eso es precisamente lo que escribe Gideon Levy en Haaretz cuando habla de “momento de la verdad y de la decepción”. En su texto, la verdad y decepción se harán patentes cuando, sea cual fuere el responsable israelí que hable ante las Naciones Unidas, “sea incapaz de explicar la lógica israelí”. Según escribe Levy, “los palestinos de Cisjordania –3, 5 millones hoy– no podrán seguir viviendo sin derechos cívicos durante otros 42 años más”. La última de las 50 razones expuestas en el manifiesto tiene el encanto de los postulados sencillos y realistas: ¿Por qué hay que aceptar la existencia de un Estado palestino? “Porque es la única solución viable, y usted lo sabe muy bien.”