Dos postales de un mismo día de resaca electoral. En la sede del PSOE de la calle Ferraz 70 el aire era espeso. Pocas caras en los pasillos y las cámaras apuntándole al jefe de gobierno español en la sala de conferencia. Parado frente a un atril, José Luis Rodríguez Zapatero tenía los hombros más caídos que de costumbre, adaptados a la elevada estatura. Serio, Zapatero admitió que el resultado electoral del domingo fue malo, que el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) sufrió un fuerte deterioro en su respaldo popular y que se convocará a un congreso del partido en febrero para encarar una nueva etapa. A tres estaciones de subte de allí y varias horas más tarde, la número dos del Partido Popular, María Dolores de Cospedal, aparecía en una sala de prensa en la sede del PP de la calle Génova con el semblante distendido para transmitir el mensaje del ganador Mariano Rajoy (foto). La secretaria general despejó rumores de que su formación busque adelantar la toma de posesión, anunció la fecha del congreso partidario y destacó que el electo jefe de Estado mantuvo una conversación con Angela Merkel en la que se comprometió a cumplir todos los compromisos a cambio del apoyo de los miembros de la Eurozona, una forma sutil de reclamar asistencia del bloque.

Tras los comicios en los que el conservador Partido Popular obtuvo una mayoría absoluta, el comité ejecutivo de la formación, incluido José María Aznar, tuvo una reunión cumbre. La joven Cospedal fue la portavoz al término del encuentro. Como presidenta de Castilla La Mancha, la funcionaria aplicó en agosto pasado un duro programa de recortes. Se podría decir que sabe de lo que habla su partido cuando promete austeridad. Cospedal confirmó ayer ante los medios que habrá que esperar hasta la sesión de investidura para conocer qué medidas piensa tomar el futuro gobierno, pero sí adelantó que la solución a la crisis de la deuda tiene que provenir de la Unión Europea. “Para que España deje de financiarse al 7 por ciento hace falta un acuerdo para garantizar la solvencia que tiene que venir de las instituciones europeas.” Cospedal dijo que la investidura se hará de acuerdo con lo que estipula la ley y lo previsible es que será antes de Navidad. Una corrección que debió hacer tras algunas declaraciones que inquietaron a muchos. La portavoz de los conservadores en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, había dicho que Rajoy debía cuanto antes ocupar el sillón de la Moncloa ante esta situación de crisis económica. El diputado Miguel Arias Cañete había declarado que cuando un sistema legal como el español tiene una transición “tan larga” y una coyuntura económica de “alta inestabilidad, hay que pasar por encima de los requisitos legales”. Será Sáenz de Santamaría quien forme el equipo que negocie con el gobierno de Zapatero esta transición. Su nombre suena para vicepresidenta.

Cospedal también informó que habrá congreso partidario en febrero y que en este período el PP mantendrá contactos con todos los partidos. En el “todos” no está incluida la coalición abertzale Amaiur. “El PP quiere hablar con todos los partidos que tengan un objetivo amparado en la Constitución”, espetó. Asimismo, señaló que Rajoy quedó muy satisfecho después de tener una comunicación con Zapatero. Fin de la rueda de prensa. Todavía en la sede del PP, el presidente de Extremadura, José Antonio Monago, accedió a dialogar con Página/12. Extremadura es la región más pobre de España, que los populares ganaron por primera vez desde el retorno de la democracia.

–¿Usted es de la idea de que hay que adelantar la investidura?

–No. Se deben respetar los plazos que establecen las Cortes españolas para que se produzca el cambio de gobierno. Esto va más allá del deseo de algunas personas, claro. Lo que no quiere decir que no haya un diálogo muy estrecho entre el presidente saliente y el futuro. Sobre todo, porque hay citas internacionales que van a necesitar de la cooperación mutua. Hay que darle normalidad a esta transición y esperar que se conforme un muy buen gobierno para España.

–¿Cuáles serían las medidas prioritarias que tome el nuevo gobierno?

–Yo creo que Rajoy dio mensajes claros en la campaña de que van a ser necesarias varias reformas: de orden fiscal, del sistema financiero y del mercado laboral. El presidente electo hoy ha dicho que las grandes medidas que se deban aplicar necesitan del amplio concurso de todas las fuerzas políticas representadas en el Parlamento. Por lo tanto, mucho diálogo.

–¿Significa recortar en todo salvo las pensiones, como dijo Rajoy?

–(Pone cara de estar molesto.) No, no. Ese es un término de la izquierda. Hay que hacer reformas, las tres que le dije recién.

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