Aunque tuvo una tarde para el olvido en las elecciones legislativas celebradas ayer en Francia, la líder del Frente Nacional, Marine Le Pen, se mostró más que conforme con la actuación del ultraderechista (FN) y dijo que esa fuerza logró “resultados espectaculares”. Le Pen dijo que compitió sola contra todos, destacó que consiguió el 49,9 por ciento de los votos en la circunscripción de Hánin-Beaumont (ubicada al norte del país) y no descartó la posibilidad de pedir nuevamente un nuevo conteo de votos. “Quizá habrá que recontar, ya se sabe cómo funcionan algunos municipios”, sembró un manto de dudas la dirigente xenófoba, quien destacó que fue derrotada sólo por 114 votos por el socialista Philippe Kemel. A su vez, afirmó que con estos resultados, su partido comienza una etapa de recomposición de la vida política de Francia.

Marine Le Pen señaló que el ingreso del FN a la Cámara baja representa un éxito y no se privó de denunciar que su caída en las elecciones fue el resultado de la redefinición de circunscripciones electorales e hizo responsable de esa estrategia al ex ministro del Interior Claude Guéant. “Estoy feliz por Marion. Es una espléndida señal simbólica para la juventud de Francia”, respondió Marine Le Pen ante la pregunta de si estaba desilusionada por no haber entrado al Parlamento. “Cuando se llega con 100 votos de descarte sobre 45.000 en una elección como ésta, vale la pena volver a hacer un recuento”, sostuvo la dirigente del FN. Su sobrina Marion Maréchal Le Pen, ganadora de un escaño por el partido de ultraderecha, subrayó que se hizo justicia, estimó que la fuerza del FN forma parte de un mensaje dirigido a todos los patriotas y defendió la identidad francesa ante el desafío de la globalización. “El futuro a partir de ahora es nuestro”, indicó la voz de la tercera generación de los Le Pen. Marion se mostró orgullosa de ser vocera de la juventud francesa y reafirmó su compromiso de dedicarse a trabajar en la Asamblea para la circunscripción de Vaucluse, por la que se había presentado.

Por su parte, el gobierno francés salió a decir lo suyo sobre el arribo de la ultraderecha al Parlamento y consideró que el ingreso del FN en la Asamblea Nacional en la segunda vuelta de las elecciones legislativas es un mensaje de alerta. El ministro del Interior, Manuel Valls, se refirió en la noche de ayer al regreso de la fuerza xenófoba a la vida parlamentaria y dijo que los votantes que dieron su apoyo a ese partido han expresado sus miedos. Valls también lanzó un mensaje a esos votantes que apoyaron con su sufragio posiciones de rechazo a la inmigración: “Quiero demostrar que podemos tener éxito ahí donde otros han fracasado”. Asimismo, Valls aseguró que las cuestiones relacionadas con la inmigración en Francia serán tenidas en cuenta y que no habrá estigmatización en el tratamiento de estos temas.