EL MUNDO
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Dos pasos israelíes
Por Julio de la Guardia *
Desde Jerusalén
Israel puso ayer en libertad a casi un centenar de presos palestinos, cumpliendo así con el reciente acuerdo alcanzado durante la última reunión bilateral entre el primer ministro, Ariel Sharon, y su homólogo palestino, Mahmud Abbas (Abu Mazen, por su nombre de guerra). A diferencia del contingente anterior de presos liberados tras el primer encuentro oficial entre Sharon y Mahmud Abbas, que se trató de casos de carácter criminal, esta vez los reos fueron de carácter político, la mayoría de ellos procedentes de la penitenciaría de Ketziot, situada en el desierto del Neguev, y de la base militar de Ofer, adyacente a Ramala. También ayer, la oficina de Sharon hizo trascender que el primer ministro estaba dispuesto al desmantelamiento de 17 de 100 colonias israelíes en territorios árabes, y que ésas serían las colonias que podrían interrumpir la continuidad territorial del futuro Estado palestino.
La excarcelación más sonada fue la del miembro de la Comisión Ejecutiva de la OLP, Taysir Khaled, quien inmediatamente se desplazó a la Mukata de Ramala, donde fue recibido con gran efusividad por el presidente palestino, Yasser Arafat. Después del secretario general del movimiento Al Fatah en Cisjordania, Maruán Barguti, Khaled, dirigente a su vez al Frente Democrático para la Liberación de Palestina (FDLP), era el líder de mayor rango político de todos aquellos que se encuentran en cárceles israelíes.
Otra liberación simbólica fue la de Ahmed Yubara, quien con sus 68 años era el preso más veterano. Conocido popularmente por el sobrenombre de Abu Sukar, Yubara llevaba desde el año 1975 en la prisión de Ashkelón, tras participar en un atentado perpetrado con explosivos en una calle próxima a la plaza de Sión de Jerusalén, que causó la muerte de trece personas y heridas a otras setenta. A parte de éstos, el resto de reos puestos en libertad son de régimen preventivo, es decir, sospechosos que fueron detenidos por las fuerzas de seguridad y, aunque sin cargos, puestos bajo custodia por períodos extensibles de seis meses. Bajo este mismo régimen, definido como “administrativo” quedan todavía otros 6000 detenidos, según las estimaciones de la organización israelí de derechos humanos Betselem.
El movimiento islamista radical Hamás reaccionó con acritud ante la exhortación que George W. Bush lanzó sobre Abbas en la cumbre de Sharm-el- Sheik, cuando apeló a que cumpla con “la responsabilidad que ha asumido”.
* De El País de Madrid, especial para Página/12.
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