Pese al virtual estancamiento de la economía, la popularidad de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, alcanzó un nuevo record histórico al llegar al 78 por ciento, mientras que un 62 por ciento vaticinó que sus dos próximos años de gestión serán “excelentes” o “buenos”, reveló una encuesta del Instituto Brasileño de Opinión Pública y Estadística (Ibope) divulgada hoy en esta capital.

Según el sondeo, encargado por la poderosa Confederación Nacional de la Industria (CNI), la popularidad de Rousseff aumentó respecto del 77 por ciento registrado en septiembre, a pesar de las condenas a la cárcel de líderes de su Partido de los Trabajadores (PT) involucrados en un escándalo de corrupción y al virtual estancamiento de la economía del país. Los brasileños también mantuvieron su aprobación al desempeño del actual gobierno, que fue calificado de “excelente” o “bueno” por el 62 por ciento de los consultados, mientras que el 29 por ciento lo consideró como “regular” y sólo el siete por ciento lo tildó de “malo” o “pésimo”.

Los índices detectados por el Ibope superan ampliamente los registrados por los dos antecesores de Rousseff. Al final de su segundo año de mandato, el gobierno de Fernando Henrique Cardoso (1995-2002) era apoyado por el 47 por ciento de los brasileños, mientras que el de Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) registraba una aprobación del 41 por ciento.