Mariano Rajoy llegó a los comicios de 2011 con la reforma de la ley del aborto en su programa electoral. Al inicio de la Legislatura, le encargó a Gallardón un anteproyecto de ley que el Consejo de Ministros aprobó en primera vuelta en diciembre de 2013. Frente a una ley aprobada por el Ejecutivo socialista en 2010, que se basa en la posibilidad legal de abortar hasta la semana número 14 –y en caso de malformación del feto hasta las 22 semanas–, la reforma de Gallardón tipificaba esa práctica como delito y la despenalizaba sólo cuando se cometiera una violación o hubiera riesgo físico o psíquico para la mujer. Ante la falta de consenso, el debate parlamentario se pospuso y ayer Rajoy anunció su suspensión definitiva. La renuncia de Gallardón se hará efectiva hoy con su publicación en el Boletín Oficial del Estado. Pero Rafael Catalá Polo no tomará posesión de su cargo hasta la próxima semana, cuando hayan concluido los viajes oficiales del rey a Nueva York para asistir a la asamblea general de Naciones Unidas y de Rajoy a China. La renuncia de Gallardón se produce en un momento clave del proceso independentista de la región de Cataluña, cuyo gobierno pretende llevar adelante un referéndum de autodeterminación el próximo 9 de noviembre.