El Parlamento belga aprobó ayer la participación del país en la coalición internacional contra el grupo islamista Estado Islámico (EI), lo que posibilita la salida inmediata de los seis aviones F-16 que Bélgica tiene previsto enviar para combatir a los jihadistas en Irak. A su vez, la primera ministra de Dinamarca, Helle Thorning-Schmidt, anunció ayer el despliegue de siete aviones de combate F-16 en Irak para participar en la ofensiva contra la organización Estado Islámico (EI). En una rueda de prensa en Copenhague, la jefa de gobierno precisó que la misión se limitará a Irak. La participación de Dinamarca en la coalición internacional debe ser aprobada por el Parlamento, en el que la coalición gubernamental cuenta con mayoría, por lo que los F-16 podrían llegar la próxima semana. La coalición liderada por Estados Unidos lanzó ayer más ataques aéreos contra el grupo EI en Siria.

Mientras tanto en el Parlamento belga, una amplia mayoría apoyó la resolución (respaldada con 114 votos a favor, 2 en contra y 10 abstenciones), que autoriza al gobierno belga a enviar los seis cazas por un período inicial de un mes, susceptible de prolongación. Cerca de 120 militares belgas participarán en la misión, que partió ayer mismo hacia Jordania, con el objetivo final de participar en los ataques aéreos contra posiciones del EI en Irak y después de que este país solicitara a Bélgica ayuda militar para combatir a los jihadistas.

El despliegue belga, que poco antes del voto en el Parlamento ya había partido de Florennes en dirección a una primera escala en Grecia, se instalará en la base aérea de Azraq, en Jordania, a un centenar de kilómetros de Amman, desde donde despegarán las misiones aéreas hacia Irak. El Parlamento belga solicitó en la resolución aprobada realizar todos los esfuerzos necesarios en el plano político y diplomático, financiero, económico y socio-humanitario para “lograr una solución duradera para la región”, indicó en un comunicado tras la votación.

El país tiene previsto enviar seis F-16, ocho pilotos y un equipo de apoyo. Además, una veintena de militares establecerá los planes de vuelo y guiará a los pilotos, mientras que cerca de 60 personas se encargarán del mantenimiento técnico de los aviones, de los radares, del armamento y de otras tareas de ayuda los pilotos. A esto se añade un contingente de 30 soldados que se encargarán de proteger al personal y el material y dos médicos que acompañarán al destacamento.