Henry Kissinger es un criminal que debiera comparecer ante la Justicia para hablar sobre las circunstancias aún no esclarecidas de la muerte del ex presidente Joao “Jango” Goulart, dijo el hijo del ex mandatario al saber que el ex secretario de Estado se reunió con Dilma Rousseff. “Estoy seguro de que la presidenta, que sufrió en carne propia la persecución, la cárcel y la tortura, jamás aceptaría indultar a un asesino” como es Kissinger, declaró Goulart hijo a Página/12. Probablemente, observó Goulart, la reunión entre Rousseff y Kissinger fue resultado de un programa de actividades “impuesto por el ceremonial norteamericano”. Cercado por elementos del Plan Cóndor el ex gobernante murió en Corrientes el 6 de diciembre de 1976, cuando Kissinger aún se desempeñaba como secretario de Estado. Meses antes del confuso fallecimiento Kissinger había recomendado al canciller argentino, contraalmirante César Guzzetti, que la dictadura actuara con celeridad en la represión. Un documento hallado por el Instituto Joao Goulart y entregado a la Justicia indica que los militares brasileños enviaron a la Argentina una lista de “subversivos” que debían ser capturados y, eventualmente, eliminados, en la que estaba incluido el nombre de Goulart. “Muchos países latinoamericanos ya solicitaron la indagación de esta figura deplorable que es Kissinger ...que a sus 93 años de existencia (tal vez tema) ser detenido como merece para que esclarezca o para que cumpla una condena por los crímenes de lesa humanidad que ayudó a cometer”, comentó Goulart.