Las últimas encuestas publicadas el fin de semana revelan que de los diez candidatos en competencia la pelea final parece limitarse a solamente tres. Keiko Fujimori, la hija del encarcelado ex dictador Alberto Fujimori condenado a 25 años por crímenes de lesa humanidad y corrupción, sería la ganadora de los comicios, pero no le alcanzaría para triunfar en primera vuelta y tendría que ir a un ballottage, donde las cosas se le pueden complicar. Tres simulacros de votación –de las empresas Datum, GFK e Ipsos– coinciden en darle un cómodo primer lugar a Keiko, con un apoyo de entre 33 y 36 por ciento, que en votos válidos –descontando los blancos y nulos– se convierten entre 40 y 42 por ciento. Para ganar en primera vuelta, la hija de Fujimori necesitaría el 50 por ciento más uno de los votos válidos.

Las tres encuestadoras también coinciden en dar un empate técnico en el segundo lugar entre la candidata del izquierdista Frente Amplio, la congresista Verónika Mendoza, y el economista neoliberal y hombre estrechamente vinculado a los grandes grupos de poder económico, Pedro Pablo Kuzcynski. La encuestadora GFK pone a ambos igualados en 15 por ciento. Según las otras dos encuestadoras, Kuczynski tiene entre 16 y 16,8 por ciento de apoyo, mientras a Mendoza le dan entre 14,8 y 15,5 por ciento. Las tres encuestadoras revelan una tendencia al alza de Mendoza en este tramo final de la campaña –en las últimas dos semanas sube entre 3 y 6 puntos, según los diferentes sondeos– y coinciden en un estancamiento de Kuzcynski. Esta tendencia deja bien posicionada a la candidata de la izquierda para llegar con ventaja al día de las elecciones y lograr el pase a la segunda vuelta.

El tercer candidato que disputaba el pase al ballotage, el socialdemócrata Alfredo Barnechea, ha sufrido una caída en las dos últimas semanas y ha quedado relegado en el cuarto lugar con un respaldo que está entre 8 y 10 por ciento. El ex presidente Alan García aparece en quinto lugar, y sin posibilidades según todos los sondeos, con una reducida intención de voto que fluctúa entre 3 y 6 por ciento. Más atrás aparecen los otros cinco candidatos, descartados desde hace mucho de la pelea, entre ellos el ex presidente Alejandro Toledo, que no llega al 2 por ciento.