El candidato presidencial republicano, Donald Trump, llegó ayer a Ciudad de México, en donde se reunió con el mandatario Enrique Peña Nieto, en medio de fuertes críticas de ex presidentes y todo el arco opositor, que repudian la retórica racista e antiinmigrante que marcó la campaña del líder opositor estadounidense. La Legislatura de la Ciudad de México declaró al magnate neoyorquino “persona non grata” y pidió al gobierno nacional explicaciones por su visita. La reunión entre Trump y Peña Nieto, criticada en ambos lado de la frontera, fue acordada muy rápidamente, luego de que el gobierno mexicano informara que había enviado una invitación a la candidata demócrata, Hillary Clinton, cuya campaña se contactó para pedir un encuentro similar. La tensión con este país llegó su máximo nivel cuando el candidato republicano defendió ante Peña Nieto su propuesta de construir un muro limítrofe, en vista de que hay “mucho crimen y problemas’’ en la frontera común, y propuso que lo pagara el gobierno mexicano.