Según el estudio “Evolución de la vulnerabilidad de los refugiados sirios”, publicado ayer por Naciones Unidas, el 70,5 por ciento de los refugiados sirios en el Líbano vive bajo el umbral de la pobreza. El informe, realizado todos los años en el Líbano por el Programa Mundial de Alimentos (PMA), la agencia de Naciones Unidas para los refugiados, Acnur, y la de la infancia, Unicef, señala en esta oportunidad que en lo que va del año, 726 millones de dólares fueron inyectados en el Líbano en el marco del plan conjunto de ese país y la ONU, lo que impidió que un mayor número de personas vivan en la pobreza. Con todo, el documento señaló que las familias agotaron los recursos de que disponían, tuvieron que adaptarse a vivir con lo mínimo. Un 7 por ciento más de familias respecto de 2015 se vieron obligadas a comprar comida endeudándose, mientras que un 11 por ciento más redujo su gasto en alimentos.