- Desde el 5 de febrero, Haití vive una insurrección armada contra el presidente Jean Bertrand Aristide. Sus protagonistas son antiguos aliados de Aristide.
- Paralelamente a esta revuelta, pero sin contacto orgánico con ella, la oposición política y no armada al gobierno, en la que revistan diversos sectores, exige la renuncia del presidente.
- Frente a la caída del norte del país en manos de los rebeldes armados, y temiendo una catástrofe humanitaria que genere un aluvión migratorio, EE.UU. entregó a las partes un plan de paz que mantendría a Aristide al frente del poder formal hasta 2006 –como él exige–, pero daría los resortes del poder a un primer ministro consensuado. Aristide aceptó.
- Ayer se vencía el segundo plazo para que la oposición diera el “sí” a la propuesta. Pero la rechazó, afirmando que no se contentará con menos que la renuncia del ex sacerdote tercermundista.