La ONU advirtió a sus representantes en la Franja de Gaza que, frente a los episodios de violencia, traten de salir de la zona de tensión. Pero el mensaje de Estados Unidos es aún más claro y evidente: decidió hacerles un pedido expreso a los familiares de diplomáticos estadounidenses en Jerusalén para que abandonen Israel. “Como resultado de la continua violencia, el Departamento de Estado ha autorizado la salida voluntaria de Jerusalén de los dependientes del Consulado de Estados Unidos”, así constaba en el texto en el que además se contempló que el Departamento de Estado se hará cargo de los viáticos de los viajantes voluntarios, siendo que la salida voluntaria es un paso previo a la salida forzada, que se produce cuando se ordena evacuar un país. Por su parte, el presidente estadounidense George W. Bush dijo ayer, respecto de los palestinos, que espera que “tengan su propio Estado pacífico” y de los israelíes, “que a Israel debe permitírsele existir”. Las naciones europeas y árabes quieren otro tipo de actitud de Bush (ver nota aparte).