Ricos y famosos en Boston. Ben Affleck viajó a Boston para olvidarse de sus penas sentimentales (¿acaso Jennifer López?) a base de discursos políticos, arengas partidistas y, por supuesto, exclusivas fiestas. No en vano, en algún momento la “prensa amarilla” estadounidense había ligado sentimentalmente a Affleck con Vanessa Kerry, de 27 años, una de las hijas del senador por Massachusetts. Además de Affleck, los delegados pueden disfrutar de la presencia de otra estrella de Hollywood y devota demócrata, Glenn Close, quien el lunes participó desde el estrado en uno de los momentos más emotivos de la noche al presentar el recuerdo a los ataques del 11 de septiembre. Y por supuesto, este año la convención demócrata no estaría completa sin la particular imagen de la nueva estrella del movimiento anti-Bush, el director de documentales Michael Moore. El cineasta le aconsejó a Kerry mantenerse lejos de la derecha y no cometer el error de “cortejar a los electores centristas” para ganar votos.