Hugo Chávez se enfrentó a todas las estructuras institucionales de Venezuela. Primero comenzó sublevándose contra la jerarquía militar. Siguió arrasando con la clase política tradicional, derrotándola en sucesivos comicios. Una vez en el poder, se enfrentó a la dirigencia empresaria, los líderes sindicales, la jerarquía de la Iglesia Católica y los medios de prensa más importantes del país. Su gobierno se mantuvo sobre dos pilares: los sectores populares y las fuerzas armadas. Su caída ha sido consecuencia de la pérdida de apoyatura en ambos. La crisis económico-social minó el apoyo popular y finalmente los militares, encabezados por sus mandos, lo dejaron caer. La nueva coalición parece sostenerse en dos pilares: los militares y el empresariado, representado por el nuevo presidente. La alianza cívico-militar de contenido populista que articuló el líder de la “Revolución Bolivariana” ha trocado en una alianza cívico-militar de orientación conservadora. El interrogante que queda planteado es si la nueva coalición será capaz de reunir el apoyo de los sectores populares y la clase media descontenta que en los últimos meses se enfrentó a Chávez o si éste puede transformarse desde el exilio en un líder popular, como sucediera con Perón durante las dos décadas que mediaron entre su caída y su retorno al poder.
* Director del Centro de Estudios Nueva Mayoría.