EL MUNDO
• SUBNOTA › ALBERTO SOSA, ENCARGADO DE NEGOCIOS EN PUERTO PRINCIPE
Los objetivos de Argentina en la isla
Alberto Gustavo Sosa es el encargado de negocios a cargo de la embajada argentina en Puerto Príncipe, Haití, hasta el 17 de noviembre, cuando vuelve el embajador Mario José Pino. Sosa es un diplomático de carrera con 33 años de servicio que lo llevaron a Líbano, Arabia Saudita, Australia, EE.UU., Bélgica, Alemania y Venezuela. En su oficina revestida en madera en el edificio de Petionville, un próspero suburbio sobre una colina, Sosa no se desvía de su mensaje, destacando la contribución argentina al operativo de la ONU. El diplomático es más evasivo cuando se le pregunta sobre la reacción de su gobierno a las denuncias de represión contra el gobierno interino de Haití. Sosa habla con orgullo de los 640 uniformados argentinos en Haití y del general de brigada Eduardo Lugani, subjefe de las fuerzas de la ONU. El diplomático explica que entre 550 y 590 efectivos argentinos están en la ciudad costera de Gonaives, recientemente devastada por la tormenta Jeanne. Otros 70 operan el recientemente inaugurado hospital frente al aeropuerto de la capital.
–¿Porqué es importante esta misión para Argentina?
–Argentina entiende, que en un momento de necesidad, debe colaborar con la comunidad internacional para mantener la estabilidad para que la autodeterminación del pueblo haitiano se pueda dar.
–¿No hay una contradicción en decir que Argentina quiere la autodeterminación de Haití, después de guardar silencio cuando Aristide fue expulsado y reemplazado por un gobierno de facto?
–Argentina en ese momento de febrero no estaba en Haití. Argentina interviene después de que el presidente Aristide se retirara de Haití. Entonces, la problemática para Argentina es, qué es lo que pasa con Haití a partir de que hay una inestabilidad política y un vacío en el gobierno. No me atrevería a decir que el gobierno de Haití es un gobierno de facto. Tampoco podemos decir que es un gobierno elegido. Es un gobierno de transición, cuyo objetivo debe ser para las Naciones Unidas llevar al país en el menor tiempo posible, a nuevos comicios en un clima de libertad.
–¿Qué diferencia hay entonces, entre Haití y Venezuela? En el primer caso, Argentina no dijo nada, en el segundo, Argentina y el resto de América latina condenaron al golpe contra Hugo Chávez?
–Es un poco difícil de contestar, porque en Venezuela había un golpe de estado porque el presidente fue sacado por las armas. En el caso de Haití, la situación no fue exactamente igual. En Venezuela, Chávez no firmó una renuncia, y en Haití, sí firmó una renuncia.
–Pero Aristide dice que también fue sacado por las armas, y en su supuesta carta de renuncia, nunca dice expresamente que renuncia a su cargo.
–Las situaciones de Venezuela y de Haití son totalmente distintas. Haití tiene una problemática propia de Haití y tiene una situación cultural, social, religiosa propia de Haití. En este momento mirar hacia atrás, no nos conduce a absolutamente nada. Haití tiene una situación de gran pobreza, pero a su vez, tiene una gente sumamente esperanzada, amable y muy sufrida y que tiene grandes deseos de poder vivir y progresar.
–Grupos de derechos humanos en Haití dicen que el gobierno lleva a cabo una campaña de represión contra partidarios de Aristide. Vecinos de villas dicen que policías ejecutaron a 12 personas y dos días después a otros cuatro en circunstancias parecidas.
–Si la policía infringe a los derechos humanos, secuestra o mata, no cabe la menor duda de que va a recibir la más enérgica y profunda condena del gobierno argentino. Pero por ahora, no tengo información.
–¿Y qué está haciendo la Minustah para investigar estos casos?
–Los países que conforman la Minustah tienen gente desplegada que informarán sobre los abusos que se pueden encontrar. Yo creo que estos problemas están dentro del problema político acá. Hasta que no se logre un diálogo y acepten las reglas de juego todos, Haití va a perder el tiempo.
–Muchos seguidores de Aristide han sido detenidos sin orden judicial y están presos sin acusación. ¿Argentina condenó estos abusos o expresó su preocupación?
–No, y hay una razón muy clara: Argentina está aquí para asistir a la estabilización de Haití. Uno recoge las informaciones que se pueden recoger, va haciendo las averiguaciones que se deben hacer, y tomará los recaudos que se deben tomar en los momentos adecuados. Pero lo esencial en este momento, justamente, para que este tipo de cosas no ocurran y que dejen de ocurrir, es llevar a este gobierno de transición a un gobierno democrático que le puede asegurar a la gente justicia, educación, estabilidad.
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