Mié 24.04.2002

EL MUNDO • SUBNOTA  › COMO VICENTE FOX BUSCO IMPEDIR QUE FIDEL FUERA A MEXICO

“Si soy su amigo, no me diga que no vaya”

”Oígame, señor Presidente, yo soy un individuo que llevo como 43 años en política y sé las cosas que hago y las que debo hacer. No le quepa la menor duda de eso, que yo sé decir la verdad con decencia y con la elegancia necesaria. No albergue el menor temor, que no voy a soltar ninguna bomba allí.” La revelatoria frase de Fidel Castro aparece en el final de la transcripción del diálogo que este último mantuvo con el presidente Vicente Fox a raíz de los surrealistas pedidos del mexicano antes de la cumbre de Monterrey. Estos son los principales tramos:
Fox: Oye, Fidel, estaba llamándote por esta sorpresa que me llevé hace apenas un par de horas, cuando me entero de tu pretendida visita acá a México. Primero, antes que nada, quisiera decirte que esta conversación sea privada, entre tú y yo, ¿estás de acuerdo?
Fidel: Sí, de acuerdo. Usted recibió mi carta, ¿verdad? Se la envié...
Fox: Sí, recibí tu carta hace apenas un par de horas y por eso te llamo ahora (...) Pero, mira, Fidel, yo te hablo primero como amigo.
Fidel: Sí me habla primero como amigo, espero que no me diga que no vaya.
Fox: (Ríe) Bueno, vamos a ver, déjame platicarte, a ver tú qué opinas.
Fidel: Yo lo escucho, pero se lo advierto de antemano. Muy bien.(...)
Fox: Sí, como amigo, la verdad es que así de última hora y esta sorpresa, sí me pones en una buena cantidad de problemas.
Fidel: ¿Por qué?
Fox: Problemas de seguridad, problemas de atención.
Fidel: Bueno, no me importa, yo no tengo ninguna preocupación.
Fox: ¿Tú no tienes preocupaciones por eso?
Fidel: No, se lo aseguro que ninguna; no llevo 800 hombres como lleva el señor Bush.
Fox: Pero no es muy de amigos avisar a última hora que te apareces aquí. Fidel: Sí, pero también yo corro muchos riesgos que nadie corre, usted lo sabe perfectamente bien.
Fox: Bueno, pero tú puedes confiar en un amigo y me podías haber hecho saber un poco antes que pretendías venir, eso yo creo que hubiera resultado mucho mejor para ambos. Pero, mira, de plano, si no te es posible ayudarme como amigo en ese sentido y te es indispensable...
Fidel: Sí. Dígame en qué puedo ayudarlo, menos en eso.
Fox: Bueno. ¿En qué puedes ayudarme menos en eso? (...)
Fidel: Pero usted comprenderá que esto daría lugar a un escándalo mundial, si realmente ahora me dicen a mí que no vaya.
Fox: ¿Pero qué necesidad tienes de armar escándalo mundial, si te estoy hablando como amigo?
Fidel: Oígame, es que usted es el Presidente del país y si usted es el anfitrión y me lo prohíbe, no me quedaría más remedio hasta que publicar el discurso mañana.
Fox: No, tú tienes todo el derecho. A ver, déjame hacerte una propuesta.
Fidel: Sí.
Fox: No sé cuándo pretendes venir, porque eso no me lo dices, pero mi propuesta sería que vengas el jueves.
Fidel: A ver, dígame, dígame exactamente, estoy dispuesto a escuchar una transacción en esto. Bien, ¿qué día es hoy?, martes. ¿A qué hora usted quiere que yo llegue el jueves?
Fox: Que puedas venir el jueves y que participes en la sesión y hagas tu presentación, como está reservado el espacio para Cuba a la 1.00. Después tenemos un almuerzo, un almuerzo que ofrece el gobernador del Estado a los jefes de Estado; inclusive te ofrezco y te invito a que estuvieras en ese almuerzo, inclusive que te sientes a mi lado, y que terminado el evento y la participación, digamos, ya te regresaras, y así...
Fidel: ¿A la isla de Cuba?
Fox: No, bueno, pues a lo mejor te buscaras...
Fidel: ¿A dónde? ¿O al Hotel? Dígame.
Fox: A la isla de Cuba, o a donde tú gustaras ir.
Fidel: Correcto.Fox: Y que me dejaras libre –y es la petición que te hago– el viernes, para que no me compliques el viernes.
Fidel: Usted no quiere que yo le complique el viernes. Muy bien, es que usted parece que no leyó una línea en que yo le digo que voy con espíritu constructivo, a cooperar en el éxito de la conferencia.
Fox: Y por la tarde, pues salir a la hora que a ti te convenga.
Fidel: Si acaso tuviera que llegar un poquito más temprano, digamos, porque ya yo sé dónde ocasiono el mayor daño... (se ríe), pero tal vez pudiera estar allí al amanecer.
Fox: Fidel, ¿te puedo pedir otro favor?
Fidel: Dígame.
Fox: Que estando en casa a mí me serviría muchísimo que no hubiera declaraciones sobre el tema de la Embajada o de las relaciones México-Cuba o de ese evento que vivimos en estos días pasados.
Fidel: No tengo ninguna necesidad de hacer declaraciones allí.
Fox: ¡Qué bueno!
Fidel: Dígame, ¿en qué más puedo servirlo?
Fox: Pues básicamente no agredir a Estados Unidos o al presidente Bush, sino circunscribirnos...
Fidel: Oígame, señor Presidente, yo soy un individuo que llevo como 43 años en política y sé las cosas que hago y las que debo hacer. No le quepa la menor duda de eso, que yo sé decir la verdad con decencia y con la elegancia necesaria. No albergue el menor temor, que no voy a soltar ninguna bomba allí.

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