EL MUNDO
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Una euforia color naranja
Una ovación tronó en la plaza de la Independencia y los alrededores de la Rada cuando se anunció el resultado de la votación. Miles de personas con el color naranja de la oposición seguían en la calle, en pantallas gigantes de televisión, el desarrollo de la crucial sesión parlamentaria. Kiev, la capital ucraniana, parece un camping gigante de alrededor de 2000 carpas que alberga a miles de partidarios del candidato de oposición Viktor Yuschenko, que manifiestan cada día a pesar del frío y la nieve. Serhiy Hurin, un joven obrero de la construcción, que perdió su trabajo cuando dijo que venía a unirse a los manifestantes, duerme aquí desde hace seis días, cuando llegó de su región de Sumy (nordeste). “Todo el mundo sabe que ésta es nuestra última oportunidad. No nos importa que haga frío, porque esta cálida atmósfera de solidaridad nos da fuerzas”, recalca. Los habitantes de la capital ofrecen a los manifestantes comida caliente y abrigos para que puedan proseguir su combate y muchos ofrecen a los manifestantes que vayan a sus viviendas a darse una ducha. El campamento está bien organizado, con servicios sanitarios, asistencia médica, guardianes responsables de recoger la basura, limpiar los senderos y hacer un censo de los recién llegados. Incluso tienen electricidad gracias a una serie de generadores, que les permite recargar los teléfonos portátiles y cocinar.
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