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La sangría de atentados de cada día
La colonia judía de Adora, cerca de Hebrón (sur de Cisjordania), fue asaltada ayer por dos o tres atacantes palestinos camuflados de soldados del ejército de Israel que mataron a cuatro israelíes, entre ellos a una niña de seis años e hirieron a otros seis. “Dos o tres terroristas que vestían uniformes del ejército israelí entraron en dos casas. En una de ellas mataron una mujer e hirieron de gravedad a su marido, que estaba en la cama, mientras que su hijo de 14 años resultó levemente herido”, indicó un responsable militar. “Uno de los asaltantes entró después en una casa vecina en la que mató a una chica, Danielle Shefi, de seis años, mientras que su madre y sus dos hermanos quedaron heridos”, agregó ese responsable. Después los palestinos abrieron fuego en la calle, matando a dos personas de 23 y 50 años, antes de huir, dijo la misma fuente.
Enseguida los soldados israelíes, apoyados por los helicópteros, mataron a un palestino armado en Tufá, un pueblo cercano a Adora, en las operaciones de rastreo que comenzaron en el sector después del ataque a la colonia. Ese palestino era uno de los autores del ataque en Adora, confirmó el ejército israelí. Un portavoz del gobierno israelí, Arié Mekel, atribuyó al presidente palestino Yasser Arafat la responsabilidad de este ataque, opinando que está “a la cabeza de una pirámide terrorista”. “Es evidente que Israel tendrá que continuar su lucha contra el terrorismo y tomar todas las medidas necesarias con ese objetivo”, advirtió Mekel. Tras el ataque, el Consejo de las colonias judías de Cisjordania pidió al gobierno de Ariel Sharon que “termine” su operación militar, penetre en Hebrón y la Franja de Gaza y expulse de la región al líder palestino Yasser Arafat, sitiado por el ejército israelí en su cuartel de Ramalá.
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