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• SUBNOTA › PLAN DE REPLIEGUE DE TROPAS DE IRAK
El forzado retiro inglés
A tres días de los ataques de Londres, Gran Bretaña, al igual que Washington, estaría pensando en reducir sus tropas en Irak en más de la mitad, según reveló un documento del ministro de Defensa británico, John Reid, dirigido al primer ministro Tony Blair. Sin embargo, fuentes del ministerio de Defensa señalaron que el plan obedece a presiones estadounidenses para que Londres envíe una fuerza adicional de 3000 militares al sur de Afganistán, donde sustituirían a tropas norteamericanas que volverían a Estados Unidos.
El gobierno británico proyecta sacar de Irak en los próximos tres meses a la mayor parte de sus tropas pese a las advertencias sobre el posible caos que tal retirada podría provocar en toda la región. Esto es lo que se deduce de un documento oficial filtrado por la prensa local. El contingente británico se reduciría de 8500 efectivos a sólo 3000. Algunos podrían retornar a Gran Bretaña en octubre de este año, y el resto lo haría progresivamente hasta abril de 2006. Si el Reino Unido saca sus tropas del país árabe, otros países miembros de la alianza que aún mantienen efectivos en Irak bajo control británico podrían seguir su ejemplo.
El presidente de EE.UU., George W. Bush, está sometido a su vez a fuertes presiones de su Congreso y de la opinión pública para repatriar a sus tropas, por lo que quiere que los británicos tomen el relevo. En el documento se reconoce que los estadounidenses están divididos sobre el plan de retirada e indica que uno de los motivos para sacar las tropas británicas es el de ahorrar dinero. Reducir el número de efectivos a tres mil de aquí a mediados del próximo año permitiría a Londres ahorrar cerca de 750 millones de euros al año.
El documento reconoce el impacto que la retirada tendría en otras tropas aliadas bajo control británico, incluidos los 550 ingenieros japoneses dedicados a reconstruir la infraestructura del país y 1400 soldados australianos. “Los japoneses se mostrarán reacios a permanecer si su protección queda sólo en manos iraquíes. La posición de los australianos es también incierta”, reconoció el ministro británico en su informe para Blair.
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