Fiel a su estilo, el jefe de los servicios de inteligencia de Estados Unidos, John Negroponte, no escatimó críticas al gobierno de Hugo Chávez en su deposición ante la Comisión de las Fuerzas Armadas del Senado. “Diría que está claro que está gastando cientos de millones (de dólares), quizá más, en su extravagante política exterior”, denunció el funcionario, que también agregó que el objetivo último del presidente venezolano es “implicarse él mismo en la vida política y económica de otros países en América latina y otros lugares” –la misma acusación que el resto del mundo le hace a Washington desde hace varias décadas–.

Negroponte también hizo referencia a las próximas elecciones presidenciales venezolanas y la amenaza que podría sobrevenir si Chávez vuelve a ganar. “El presidente Chávez, si logra la reelección a fines de año, parece listo para seguir utilizando su control del Legislativo y de otras instituciones para seguir sofocando la oposición y reducir la libertad de la prensa”, aseguró el jefe de inteligencia ante los miembros de la comisión. El alerta en Estados Unidos por una victoria del oficialismo está sustentada en la experiencia de las elecciones legislativas de diciembre pasado, cuando la oposición decidió no participar, porque sostenía que no existían garantías de transparencia. Actualmente, los diferentes partidos del antichavismo siguen sin decidir si presentarán o no candidatos.

Otros focos de atención en la región serían Perú y Nicaragua, que este año celebrarán elecciones presidenciales, que están siendo observadas “muy de cerca” por la Casa Blanca, según Negroponte. En Perú la preocupación de la administración Bush es el candidato nacionalista Ollanta Humala, que plantea un mayor acercamiento a Chávez y al gobierno boliviano de Evo Morales. En Nicaragua, por otro lado, la vieja figura del sandinismo vuelve a perseguir a Estados Unidos, encarnada en el ex comandante y presidente de la Revolución Sandinista, Daniel Ortega.