EL MUNDO
• SUBNOTA › NADIE SABE HASTA DONDE LLEGAN LOS ESCANDALOS
Una bomba bajo Wall Street
Por David Teather
Desde Nueva York
¿Dónde surgirá el próximo escándalo? Esa es la pregunta que ahora se hacen los nerviosos inversores de Estados Unidos que se han quemado los dedos en los últimos seis meses de contabilidades fraudulentas y negocios ilegales. Ninguna empresa parece inimputable: el mayorista de donuts Krispy Kreme y la cadena de drugstores RiteAid, se han visto forzados a una nueva declaración de sus contabilidades. El mayor distribuidor de comestibles de las tiendas de Estados Unidos, Supervalu, admitió el martes que un ex empleado había alterado los libros.
Pero hay ciertos factores comunes que están haciendo sonar las alarmas. Los analistas y los inversores están reaccionando con extrema cautela respecto de las empresas que parecen tener balances complejos donde podría haber problemas ocultos. Ese es uno de los motivos por los cuales AOL Time Warner y Vivendi Universal están languideciendo. Richard Parsons, el nuevo jefe ejecutivo de AOL, ha hecho su prioridad la simplificación del balance. Por el contrario, Jean-Marie Messier, de Vivendi, hizo un acuerdo complicado de compras, lo que en parte explica la abrupta caída del precio de sus acciones a comienzos de esta semana.
Los grandes endeudamientos son otra bandera roja. Muchas de las empresas que pidieron préstamos durante la década del ‘90 para financiar sus adquisiciones o sus extensos proyectos de construcción ahora se encuentran con que los mercados de capitales y valores están cerrados. Y la desesperación lleva a lo que cortésmente se ha dado en llamar “contabilidad agresiva”. Además, siempre hubo leves sospechas sobre las empresas que crecieron agresivamente comprando a otras, y nuevamente aquí hay bastante lugar para borronear los libros: los detalles de muchos negocios no se conocen.
Los inversores ya han comenzado a preguntar por Tyco, que hizo más de 139 acuerdos de negocios el año pasado. Los accionistas temen los problemas que estén ocultándose dentro de la rapaz General Electric y el grupo de servicios de marketing Omnicom, que hizo 73 acuerdos de negocios en los últimos dos años. Un artículo especulativo en el Wall Street Journal de hace dos semanas desató un pánico de ventas de la compañía del que todavía no logró recuperarse. Omnicom también ha caído en la categoría de las empresas que han sido sospechosamente exitosas durante la recesión. Mientras dos de sus principales rivales en marketing, WPP e InterPublic, han admitido haber sufrido en este período la peor baja de la que se tenga memoria, Omnicon siguió produciendo y pronosticando un fuerte crecimiento.
La Comisión de Valores y Cambio, el regulador financiero de Estados Unidos, ha comenzado 63 investigaciones sobre informes financieros sólo en el primer trimestre. Incluyen a Enron y otros grupos de energía como Bynegy y Williams, las empresas farmacéuticas ImClone y Elan, y las compañías de teléfono Global Crossing y Qwest, la empresa de cable Adelphia, las empresas de alta tecnología Computer Associates, Network Associates y Nvidia. KPMG está siendo investigada por su trabajo con Xerox, que pagó recientemente una multa record de 10 millones de dólares y redeclaró sus balances desde 1997. Algunas de estas investigaciones no llegarán a nada. Pero la mayoría de las investigaciones que se están llevando a cabo no han llegado al público, lo que sugiere que hay una bomba de tiempo funcionando bajo los mercados.
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