“Creo que no se va a equivocar en lo que haga de ahora en más.” Roberto Martínez Zúñiga mira los resultados de las elecciones de este domingo con satisfacción. El Sí a las autonomías aprobado por cuatro departamentos (Santa Cruz, Pando, Beni y Tarja) y el limitado porcentaje que el partido de gobierno, el MAS, alcanzó en la Asamblea Constituyente representan para este elector del barrio rico de San Miguel una suerte de contrapoder. “Menos del MAS, eso es lo que podemos constatar. Pero también podemos lamentar que tenemos ahora un país dividido en dos.” María Alcantar Rosenti había votado por el Sí a las autonomías y a favor del MAS en la Constituyente. La mujer vive en el centro de La Paz y no siente ningún remordimiento. “Creo que los departamentos del Oriente que aspiraban a la autonomía expresaron una demanda justificada. La Paz ha absorbido demasiados recursos administrativos y, a pesar del regionalismo excesivo que vimos durante la campaña, pienso que las autonomías nos harán bien a todos, incluso si eso implica aceptar que haya dos Bolivias. Y si voté por el MAS en la Constituyente fue porque el Evo cumplió con sus promesas de campaña.”

La Paz votó en un clima festivo y con una afluencia que parecía mayor que en las elecciones presidenciales del 18 de diciembre pasado. La capital andina le dijo sin embargo un No masivo a las autonomías. Con más de 72% de los votos a favor del No, La Paz mostró que la independencia administrativa reclamada por los departamentos del oriente no era su opción. En la puerta de su casa del barrio popular paceño de Tembladerani, Zúñiga analizaba con miedo la afirmación independentista. “Si no fuimos capaces de hacer un país todos juntos, de ahora en adelante vamos a tener dos países, y los dos con problemas. Un Estado como el nuestro en plena transformación no podrá imponer sus reglas a los autonomistas. La verdad es que tengo miedo, miedo de que un día me pidan el pasaporte para ir a ver a mi familia que vive en Tarija o para viajar a Santa Cruz.” Angel Costas Rivero, un paceño que trabaja como empleado público, se agarraba la cabeza constatando las dos identidades políticas que surgieron de las urnas. “Tenemos un oriente de derecha y un occidente de izquierda, es decir que votó por el MAS. Para mí, detrás de ese voto se perfila una suerte de escisión de nuestro país. Y es injusto. Cuando el occidente era rico transfirió sus riquezas al oriente. Pero ahora que ellos tienen riquezas quieren controlar su propio territorio.”

Más allá de la cuestión autonómica, muchos electores de la capital que habían votado por Evo Morales en diciembre pasado lo hicieron ahora por la oposición, especialmente por Podemos, la agrupación de Jorge “el Tuto” Quiroga y ADN, el partido de Banzer. Un número compacto de electores testimoniaba su miedo frente a la hipótesis de que Bolivia sea el terreno donde Hugo Chávez venga a sembrar sus semillas. Mónica Alvarez Serrano es una de esas personas. “Tanto Chávez, tanto Chávez, la verdad es que eso me da miedo. Pero si voté contra el MAS se debió a que no me gusta nada el contra-racismo que estamos viviendo. Los blancos somos ahora el blanco de maltratos y eso me da temor. Por otra parte, Evo Morales hizo cosas buenas, por ejemplo la nacionalización de los hidrocarburos, pero otras que no me gustan. Creo que el haber decidido interrumpir la reforma de la educación fue un error y eso hace pesar una amenaza sobre el futuro de mis hijos”. Sin embargo, La Paz fue una de las regiones que más mantuvo su lealtad al voto de diciembre. Incluso en la zona sur, en barrios como Irpavi, La Florida o San Miguel, los capitalinos pudientes no modificaron mucho sus votos. Roberto Lucio Merino tiene un negocio de venta de juguetes y por nada del mundo hubiese votado por la derecha. “Lo que le di al Evo en diciembre lo mantengo. No voy a cortarle las alas cuando recién empieza a volar. Hay muchos burgueses que cambiaron su voto, pero me parece que dar marcha atrás sería como un suicidio. Yo no le tengo miedo al futuro.”

Mientras tanto, en Santa Cruz, en un ambiente de carnaval, en el que se escucharon insistentes gritos de “independencia”, el prefecto (gobernador) de Santa Cruz, Rubén Costas, celebró el triunfo de la opción “Sí” en el referendo sobre autonomías celebrado ayer en Bolivia y advirtió que defenderá la decisión del pueblo cruceño.

Los cruceños comenzaron a reunirse en el centro de la ciudad luego de que se conocieran los resultados parciales del referendo nacional que decidía la autonomía en las nueve regiones que componen Bolivia.