Dos años después de apoyar la campaña por la reelección presidencial de George W. Bush, Arnold Schwarzenegger tomó una clara distancia del mandatario estadounidense. El objetivo: no perder el favoritismo en los sondeos que advierten que se quedará con la gobernación de California en las elecciones de noviembre próximo. California es un estado tradicionalmente demócrata, donde Bush cuenta con uno de los índices de popularidad más bajos del país. De ahí que el ex actor de Hollywood esté esquivando a Bush, como hizo el martes pasado, cuando el mandatario estuvo de visita en el lugar y el gobernador “tuvo otros asuntos que atender”.