Los 15 marinos británicos detenidos el viernes por Irán en aguas del Golfo Pérsico habrían confesado haber entrado ilegalmente en aguas iraníes. Así lo informó ayer el general Ali Reza Afshar, un portavoz militar, al canal estatal Irib. El gobierno de Teherán no quiso todavía dar explicaciones sobre las detenciones, ni informar sobre los interrogatorios a los militares británicos, que ya levantaron suspicacias entre las potencias occidentales. Afshar sólo se limitó a decir que los marinos estaban bien. La agencia iraní Fars aseguró que los detenidos fueron llevados a la capital para ser interrogados, ya que, según la agencia, tenían encima equipamiento militar y de exploración geográfica muy sofisticada. Mientras tanto, en Europa, el gobierno de la Unión Europea exigió la liberación inmediata de los 15 militares. Por su parte, el Ministerio de Defensa británico siguió sosteniendo que los marinos estaban en aguas iraquíes cuando fueron detenidos y arrestados por las fuerzas iraníes. Teherán, sin embargo, sigue las investigaciones y los acusa de espionaje.