Sáb 03.08.2002

EL MUNDO • SUBNOTA  › REPORTAJE EXCLUSIVO A CECILIA SOSA, EX CORTE SUPREMA

“Un dilema para los jueces”

› Por Mercedes López San Miguel

La raíz de los focos de disturbios en Caracas de las últimas 72 horas fue la decisión del Tribunal Supremo de Justicia, que rechazó el miércoles una ponencia que argumentaba que cuatro altos oficiales incurrieron en el delito de “rebelión” el 11 de abril, preámbulo del efímero golpe contra Hugo Chávez. La cuestión base es que el proceso se ha dilatado y está por definirse la semana próxima, con una nueva ponencia. La ex presidenta del Tribunal Supremo, la magistrada Cecilia Sosa Gómez, dialogó con Página/12, y dio cuenta de la amalgama jurídico-política que subyace a este dictamen. –¿Qué significado tiene el fallo del Tribunal Supremo de esta semana?
–La decisión fue en verdad no decidir, porque la ponencia que fue presentada por uno de los 20 magistrados no obtuvo el apoyo de 12 de ese total; obtuvo solamente ocho aprobaciones incluyendo la del ponente. En consecuencia, no hubo una decisión y eso tiene una lectura jurídica y política. Se presume que el texto del proyecto seguramente tenía una argumentación más política que jurídica y eso puede haber sido una de las razones que no pudo ser ni siquiera corregido; llama mucho la atención que los magistrados se abstuvieran, lo que tiene un sentido político: no mostrar una posición clara frente a lo que era el proyecto de sentencia –clara en sentido de estar en contra o a favor–.
–Ahí no queda el asunto, ¿no es cierto?
–Claro, para concluir con el análisis jurídico se hizo que se designara un nuevo magistrado que elaborara el proyecto de sentencia y curiosamente éste es uno de los que votaron por apoyar el antejuicio o pase a juicio de mérito de los cuatro militares para ser juzgados. Este es el punto a decidir: si pasan a juicio o no hay elementos suficientes para la continuación del procedimiento penal.
–¿Cuál es la lectura política?
–La sentencia es la primera vez que muestra a un tribunal dividido marcadamente. Hasta ahora todas las decisiones del mismo han estado orientadas a apoyar, justificar y darle marco de legalidad a la Revolución Bolivariana, y en ese sentido esto es un golpe para el gobierno. Sin embargo, la situación en Venezuela a raíz de la espera de esta sentencia se está poniendo cada vez más tensa; hemos tenido dos o tres días de disturbios callejeros. Hoy en particular los manifestantes dicen estar muy disgustados por la decisión del tribunal.
–¿Qué prevé que vaya a hacer el Tribunal Supremo la semana próxima?
–Si fuera optimista y pensara que los 12 magistrados que no apoyaron la sentencia fueran a mantener ese criterio, la sentencia sería rechazada nuevamente. Hay también un aspecto a considerar: si la sentencia dice que hay mérito, creo que la fuerza armada sabe que está en una situación muy crítica, al borde de desaparecer como institución; estamos hablando de casi 50 generales que tendrían que seguir los mismos antejuicios, como una muestra de lo que vendría después, y más de 100 oficiales que están siendo sometidos a consejo de investigación por los mismos hechos. Si la decisión fuera que no hay mérito, y estos oficiales se mantienen en su servicio activo, quedando sobreseídos, involucraría que a ningún otro general se le exigiera el antejuicio. Además estarían incorporándose al desempeño de actividades militares, lo que apunta a un problema de obediencia y de gobernabilidad: porque el juicio que se les sigue a estos cuatro oficiales ha sido iniciado por el presidente Chávez.
–¿Quiénes son los que actualmente provocan los disturbios?
–Todo parece indicar que tanto el alcalde Bernal como el propio ministro de Relaciones Interiores dirigen las organizaciones civiles financiadas por el Estado, a las que se le ha llamado “Círculos Bolivarianos”, y de ahí son las personas que salen a manifestar, y la asociación que se hace es que las marchas están promovidas desde el gobierno, un poco para atemorizar al tribunal que está por tomar una decisión la semana que viene, y también a la sociedad civil y militar. Hay también un movimientopor hacer responsable a la policía del área metropolitana de Caracas, diciendo que esta policía los agrede, hay demasiadas cuestiones que calientan los problemas sociales. Así que no va a haber conflicto social, porque para que lo haya tiene que haber dos partes que se enfrentan; pero como una de las partes equivale a un poder militar que no es militar sino civil, pero tiene armas de categoría militar, va a llegar un momento que el resto de la ciudadanía va a marchar, a disentir.

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