EL MUNDO • SUBNOTA › LOS ABUSOS DE LA SEGURIDAD PREVENTIVA DE AL FATAH
› Por Donald Macintyre *
desde ciudad de Gaza
Con el sello de Seguridad Preventiva, y marcado como “documento secreto”, el que estaba en el suelo instruía al lector a reunir información sobre un Abdel Rahman Salah Shadeh Karnua. La mayoría de los archivos secretos del más odiado, por Hamas, de los aparatos de seguridad palestinos, había sido cuidadosamente reunido y destruido por la victoriosa facción islámica después de lo que había sido el decisivo y el más sangriento combate de la guerra civil de cinco días.
Si había una sensación real de cambio de régimen en Gaza ayer, era aquí, en los cuarteles de la Seguridad Preventiva, donde los marcos chamuscados de las ventanas, las paredes llenas de agujeros de balas, un camión incendiado, el gran parche de sangre seca sobre el sucio piso de una oficina, el techo de metal corrugado retorcido de un cobertizo, todo daba fe de la ferocidad de la lucha del jueves pasado. Hace tres años, Raed Ali, ahora de 26 años, era uno de los militantes Hamas con pasamontaña que llevaban los propulsores de cohetes. Peleó contra las fuerzas israelíes en las calles del distrito de Zeitoun en la ciudad de Gaza, donde seis soldados israelíes murieron al estallar su vehículo blindado. Ayer, este delgado joven barbudo, con un AK 47 colgado de su hombro, un celular en su bolsillo y un flamante uniforme de fajina de sargento de la fuerza de 3000 miembros ejecutivos de Hamas, estaba orgulloso de mostrarnos lo que él veía como las celdas de prisioneros liberados de lo que en la época de Yasser Arafat había sido el principal centro Fatah para los interrogatorios de los detenidos políticos.
Es difícil deslindar los relatos que ambos lados tienen de las ejecuciones llevadas a cabo por el otro durante la batalla, cada uno negado por el otro. El sargento Ali dijo que habían encontrado cinco cuerpos ejecutados por los hombres de seguridad de Fatah antes de su derrota, de los que Hamas había identificado a uno como el de su propio Issam al Juja. Fatah dice que por lo menos siete de sus hombres fueron ejecutados a sangre fría en la calle frente al edificio después de la batalla. Negándose a aceptar esto, el sargento Ali señaló el graffiti en las paredes de las celdas, una de las cuales tenía un dibujo de un hombre, presumiblemente el artista, detrás de las rejas con las palabras “Oh Dios, juro que esto es una injusticia”.
En la burbuja que salía de su boca había una pequeña botella, de la clase que el sargento Ali afirmó era insertada en el recto del prisionero como instrumento de tortura. “Todos los palestinos en la Franja de Gaza odiaban a la Seguridad Preventiva”, declaró el sargento Ali. En cuanto al resultado del conflicto que costó más de 90 vidas la semana pasada señaló: “Por supuesto que estamos muy contentos ahora, porque la victoria se logró para la seguridad de los ciudadanos de Gaza”. No, dijo, la batalla no había sido tanto contra Fatah como contra el “equipo del golpe” liderado por Dahlan y Abu Shbak. “Todos queremos lograr la unidad nacional”, insistió.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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