El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, no comparte ni de lejos el panorama apocalíptico que el PP está trazando en torno del incidente entre los líderes de España y Venezuela registrado en la Cumbre Iberoamericana de Santiago de Chile. No advierte ningún riesgo serio para la política exterior e incluso ve efectos positivos sobre la imagen del rey y la posición española en el ámbito iberoamericano.

–¿Puede tener lo ocurrido el sábado consecuencias negativas para las relaciones con América latina?

–Ninguna. Lo que está claro es que el desarrollo de la Cumbre fue muy intenso. Por primera vez se tomaron decisiones importantes y el modelo económico y de crecimiento adoptado es el que defiende España.

–¿Y en el caso concreto de Venezuela?

–No creo que esto tenga que afectar las relaciones con Venezuela. Nosotros queremos tener buenas relaciones con todos, pero siempre con respeto a las instituciones. Si no se nos respeta, tenemos que reaccionar.

–¿No teme el gobierno que la imagen internacional del rey se vea afectada negativamente por este incidente?

–No, porque, de hecho, ha salido reforzada. A nivel internacional, en la propia comunidad iberoamericana y en la prensa, la expresión de solidaridad y apoyo ha sido total. El rey tiene una enorme autoridad política y moral.

–Si la polémica continúa, ¿no existe el riesgo de que España sea representada como la vanguardia del imperialismo en América latina?

–No, en absoluto. Varios líderes intervinieron en la Cumbre para decir que no hay que buscar chivos expiatorios externos, sino hacer reformas internas y luchar contra la pobreza. España tiene una ayuda incondicionada para esas políticas.

–¿El choque de Zapatero y Chávez marca un hito, un antes y un después en la historia de las cumbres iberoamericanas?

–El antes y el después lo marcan el contenido de la declaración y del plan de acción para la cohesión social aprobados en la Cumbre. En estas reuniones puede haber a veces intercambios apasionados, pero eso demuestra la viveza de las cumbres.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.