Hillary Clinton no se olvidó de América latina. En una jornada en la que 24 estados celebraron elecciones, la senadora y precandidata por el Partido Demócrata dedicó ayer un mensaje a los países latinoamericanos y les advirtió que sus enemigos son el populismo y la demagogia. En una crítica al presidente estadounidense George W. Bush, Clinton reconoció la pérdida de influencia de su país en la región. “La credibilidad y liderazgo como nación (de EE.UU.) se encuentran en uno de sus puntos más bajos en la historia”, advirtió. Sin embargo, la legisladora por Nueva York aseguró que si ella es elegida presidenta, reconstruirá las relaciones con Latinoamérica. Asimismo, prometió una reforma migratoria integral y criticó al gobierno de Cuba, en momentos que Washington está construyendo un muro en la frontera con México y mantiene el embargo a la isla.

Bush dejó un bache y hay que taparlo. Esa fue la idea central que ayer transmitió Clinton en un artículo escrito para el diario conservador mexicano El Universal. Para la senadora, el gobierno del actual presidente norteamericano descuidó el hemisferio y no cumplió sus promesas. Esas promesas, a su vez eran limitadas: se enfocaban casi exclusivamente en la expansión del comercio internacional y la lucha contra el narcotráfico. Ahora Clinton apuesta a los sistemas judiciales independientes y medidas contra la corrupción en los países latinoamericanos para contrarrestar el populismo y la demagogia.

La única mujer en la contienda presidencial estadounidense prometió que logrará una reforma migratoria integral que respete las leyes estadounidenses y la tradición norteamericana de recibir a inmigrantes, en momentos en que su rival demócrata Barack Obama le pisa los talones a la precandidata en los estados que poseen una importante población hispana. “Sé cuán importantes son las contribuciones de los inmigrantes a nuestro país, y sé que no tiene sentido deportar a todo el que se encuentre aquí de manera ilegal. Necesitamos arreglar nuestro fallido sistema migratorio”, aseguró.

En materia de seguridad, la legisladora propuso combatir el crimen organizado, las pandillas y los carteles de la droga. “Es necesario construir sistemas judiciales y policiales más efectivos, especialmente en México, América Central y el Caribe”, señaló. Justamente, esa región es la que salió ganadora en la propuesta de Presupuesto para el 2009 presentada por Bush el lunes pasado. No obstante, organismos de DD.HH. de México y Colombia han denunciado que con la excusa de perseguir el narcotráfico, los planes de seguridad conjuntos entre esos países y Estados Unidos fortalecen la represión contra los movimientos sociales.

Otra de las promesas que hizo Clinton es luchar contra la pobreza en la región. “Hay que darle una respuesta real a la creciente desigualdad social en las naciones de América y apoyar la meta de Naciones Unidas de reducir la pobreza extrema en 50 por ciento para el 2015”, dijo, en momentos que la tasa de desempleo de su país ha alcanzado niveles significativos. Con el objetivo de que los países de ingresos medios puedan acceder a la ayuda de Estados Unidos, Clinton dijo que apoyará programas sociales estatales en América latina. Los proyectos sociales norteamericanos han generado controversias tanto en Bolivia como Venezuela, donde la agencia de desarrollo Usaid ha sido acusada de financiar organizaciones políticas opositoras al oficialismo.

Como en otras ocasiones, la senadora no evitó criticar al gobierno cubano. “Utilizaré cada oportunidad que tenga para demostrar que Estados Unidos es un verdadero amigo de las fuerzas que buscan el cambio democrático”, advirtió. Según Clinton, el presidente Fidel Castro defiende una visión fundamentalmente opuesta al modelo de gobierno “libre y abierto”, pese a que la isla realiza elecciones no obligatorias desde la década del ’70.