El embajador de Estados Unidos en Bolivia, Philip Goldberg, fue a pedirle perdón ayer al gobierno boliviano. Luego de que un joven denunciara a un miembro del organismo norteamericano por incitarlo a espiar venezolanos y cubanos, ambos países hicieron las paces. “El gobierno boliviano acepta las explicaciones del embajador”, afirmó el canciller indígena David Choquehuanca. Sin entrar en mayores detalles, el embajador también se mostró complacido con la actitud del gobierno boliviano. “Agradezco al canciller por haber querido esta reunión y por haber aceptado las explicaciones sobre este incidente”, señaló. Durante más de tres horas, el diplomático aclaró las revelaciones del becario norteamericano Joan Alexander van Schaick, que había denunciado al asesor de seguridad de la embajada estadounidense, Vincent Cooper, por pedirle en noviembre que le informara sobre cubanos y venezolanos que trabajaban en Bolivia en asistencia médica y campañas educativas. Días atrás, Washington admitió en un comunicado que un miembro de seguridad de la sede diplomática hizo una sugerencia inapropiada a becarios y voluntarios. No obstante, el comunicado especificó que el individuo fue inmediatamente corregido por otro superior presente en el encuentro. Asimismo, la Embajada de Estados Unidos dijo que no es su política involucrar a personal, como los Cuerpos de Paz y el programa educativo Fulbright, en inteligencia.