Desde un principio se sabía que la pelea electoral entre los demócratas iba a ser dura. Lo que nadie esperaba era que el debate político terminara resolviéndose a los cuchillazos. Eso fue lo que sucedió el jueves pasado cuando José Antonio Ortiz, un partidario de Hillary Clinton, apuñaló en el estómago a su cuñado Sean Shurelds, simpatizante de Barack Obama, mientras discutían sobre el candidato por el que deberían votar en las primarias demócratas en abril próximo. Todo comenzó en la cocina de la casa de Shurelds en Upper Providence Township, Pennsylvania, cuando éste le dijo a su cuñado que Obama estaba aplastando a Clinton en las primarias. Enseguida, Ortiz saltó en defensa de la senadora por Nueva York usando un argumento de Clinton. “Obama no es realista”, replicó. El debate tomó temperatura hasta que desembocó en una pelea sangrienta. “Uno es simpatizante de Barack Obama; el otro es seguidor de Hillary Clinton, y la discusión entre ambos se tornó violenta cuando Shurelds trató de ahorcar a Ortiz y éste tomó un cuchillo y apuñaló a su cuñado en el estómago”, dijo la fiscal Risa Furman. Tras el incidente, Ortiz fue detenido y su cuñado ingresó de gravedad en el hospital de Hahnemann University.