EL PAíS
Hebe de Bonafini le pidió al juez Petracchi que apure una sentencia
Hace años Menem querelló a la dirigente de la Asociación Madres de Plaza de Mayo. El ex presidente viene perdiendo el pleito, que espera una decisión definitiva de la Corte. Hebe exigió que se defina.
Hace más de diez años que Hebe de Bonafini llamó “basura” al entonces presidente Carlos Menem. Hace tres que la causa judicial que el riojano le inició por ese comentario duerme en un cajón de la Corte Suprema. Pero como el expediente sigue formalmente abierto, la presidenta de la Asociación de Madres de Plaza de Mayo tiene problemas cada vez que debe salir del país. Por eso, Bonafini fue ayer al Palacio de Tribunales a reclamar un “pronto despacho”. La recibió el juez Enrique Petracchi, quien dijo estar “sorprendido” porque desconocía la existencia de la causa.
El expediente por el cual Bonafini hizo el reclamo comenzó en 1991, cuando en una emisión del programa “El Perro Verde”, que conducía el periodista español Jesús Quintero, la líder de las Madres tildó a Menem de “basura”. El ex presidente inició una querella por “desacato”, pero como esa figura fue derogada, el ahora nuevamente precandidato presidencial insistió en su demanda en base a un nuevo delito, el de “injurias”. “Es una cosa rarísima, no tiene antecedentes en la doctrina penal que una causa por desacato transmute por injurias”, señaló el abogado Eduardo Barcesat, quien junto con su colega Antonio Rojas Salinas y un grupo de jóvenes y de Madres de Plaza de Mayo acompañó a Bonafini a la entrevista con Petracchi.
En 1998 la Cámara de Apelaciones consideró que la querella estaba prescripta y que el ex presidente debía pagar las costas, que ascendían a 4500 pesos. Los abogados de Menem presentaron un recurso extraordinario que fue rechazado, e insistieron con una queja ante la Corte Suprema, que retuvo la querella sin preocuparse en resolverla. “La prosecución de esta causa ocasiona perjuicios a la señora de Bonafini, quien no pudo viajar a un congreso al que estaba invitada porque se le negó el pasaporte por tener este expediente en trámite, y daña a los letrados que no percibimos nuestros honorarios, fijados al ex presidente”, explicó Barcesat.
Bonafini se reunió con Petracchi porque lo consideró “lo más potable de la Corte”. En cambio, rechazó una entrevista con el secretario letrado del presidente de la Corte, Christian Abritta. La presidenta de la Asociación de Madres de Plaza de Mayo entró al despacho del ministro con todos sus acompañantes. Los presentes coincidieron en que el juez estaba “sorprendido” porque desconocía la existencia del expediente. Según relataron, dijo que nunca había escuchado que una causa por desacato mutara en una por injurias y que estaba “perplejo” porque la querella se encontraba desde 1999 en la secretaría privada de Julio Nazareno. Bonafini ya se había reunido con Petracchi a raíz de un ataque que sufrió el local de la Asociación de Madres de Plaza de Mayo.
“Ahora todos se animan a decirle ‘basura’ a Menem, pero yo se lo dije cuando era presidente, y cada vez le va a costar más desmentirme; es una recontrabasura”, afirmó Bonafini al salir de Tribunales. “Lo que pasa es que la causa se terminó porque Menem no pudo demostrar que no es una basura”, dijo la mujer, quien, luego de fijarse en el diccionario, llegó a la conclusión de que todas las acepciones (por ejemplo: aquello que se levanta de la calle o lo que repugna) le cabían al ex presidente. Sin embargo, lo que está en discusión en este momento es si la causa está prescripta. Pero Bonafini no está confiada en el comportamiento de los nueve supremos. “Ya todos sabemos cómo se maneja la Corte, todo es amiguismo”, afirmó. Ayer, la líder de las Madres le pidió al ministro que la Corte dé un cierre a la denuncia que le impide salir del país, aunque –comentó a Página/12– le aclaró al juez que “se iba a seguir desacatando” porque “como están las cosas en el país...”.