“Se hace constar que los integrantes de la ‘célula’ detenida se encuentran alojados en el Destacamento de Inteligencia 201 de Campo de Mayo”, dice el papel rotulado como “Estrictamente confidencial y secreto” y encontrado entre los archivos de la Policía Bonaerense. El documento relata el secuestro de Jorge Sznaider y otras cinco personas el 12 de mayo de 1979 y aporta un dato desconocido durante 23 años por los familiares de las víctimas: el lugar donde estuvieron desaparecidos. Basándose en este documento, los padres de Sznaider presentaron una denuncia penal contra Jorge Rafael Videla, Emilio Eduardo Massera y otros siete jefes militares. En su escrito reclamaron la anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final.
“En base a constancias obrantes en archivos policiales pertenecientes a la policía de la provincia de Buenos Aires, relativos a informes sobre procedimientos realizados por esa fuerza durante la dictadura militar, hemos tomado conocimiento de que el operativo que culminó con la detención ilegal de nuestro hijo fue realizada por personal regular de seguridad y que las órdenes para el mismo fueron impartidas por el destacamento de Inteligencia de Campo de Mayo”, aseguraron en la denuncia León y Paulina Sznaider, representados por el abogado Marcelo Parrilli.
Sznaider fue secuestrado el 12 de mayo de 1979 en un departamento de la calle Ecuador al 300. Con él, fueron detenidos Carlos Alberto Pérez, Mirta Silber de Pérez, Hugo Armando Malozowski, Noemí Graciela Beitone y Jorge Pérez Brancatto. Por esas desapariciones fueron acusados Videla, Massera, Roberto Viola, Armando Lambruschini, Omar Grafiggna (todos integrantes de las juntas militares), el ex jefe del Ejército Carlos Guillermo Suárez Mason, el ex ministro de Interior Albano Harguindeguy y los generales José Montes y Edmundo René Ojeda, que eran jefe y subjefe del Comando de Institutos Militares de Campo de Mayo.
“Esperamos que a raíz de los documentos se cite a declarar, se juzgue y se lleve presos a los culpables. Hay muchos nombres y alguien tiene que ir preso”, aseguró Paulina Sznaider. La mujer, de 69 años, fue ayer a tribunales a ratificar su denuncia ante el juez Juan José Galeano y estuvo junto con su esposo, de 76 años, más de dos horas relatando la historia de su hijo Jorge. Hace tres meses, la familia recibió a través de la Cámara Federal de La Plata, donde se realiza un Juicio por la Verdad, los primeros datos, en más de veinte años, sobre el lugar donde estuvo cautivo Jorge.
En la presentación de la familia Sznaider, Parrilli reclamó la anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final. El abogado argumentó que “al tiempo de la sanción de ambas creaciones pseudojurídicas el Congreso de la Nación cedió a las presiones militares que demandaban la finalización de las causas que, por violaciones a los derechos humanos, se estaban desarrollando en todo el país (..) Ambas leyes fueron la consecuencia directa de presiones militares”.