Felipe Solá y Chiche Duhalde se reunieron ayer por segunda vez en menos de una semana. Esta vez en La Plata, el gobernador y la coordinadora de Políticas Sociales se encontraron nuevamente, con la excusa de planificar la ejecución del plan Vida. Un programa de asistencia nutricional que, según el ministro de Trabajo provincial, Mariano West, “llegará a 70 mil familias, lo que representa más de un millón de beneficiarios”. Pero más allá de lo puramente asistencial, la sucesión de encuentros entre Solá y Chiche probó el acercamiento entre el duhaldismo y el mandatario bonaerense, que se profundizó en la última semana.
Antes de reunirse con Solá, la esposa de Duhalde aclaró que “no tiene planes” de postularse para competir por la gobernación, como habían pedido hace un tiempo varios dirigentes del PJ bonaerense. En esa misma entrevista, Chiche aseguró que no tiene “ningún candidato en especial” para la interna del peronismo. “Todos los candidatos están en la misma situación”, dijo, y así cumplió con uno de las deseos del Presidente, que ordenó a varios intendentes del Conurbano que no hicieran declaraciones a favor de algún candidato.
El gobernador Solá, no casualmente, repitió casi en forma textual los argumentos de Chiche: “Ayer hablé con el Presidente y me hizo un comentario con el que coincido: ¿por qué tiene que haber un candidato? ¿Por qué Duhalde tiene que preocuparse por su saga?”, afirmó el mandatario, desde La Plata, unas horas antes de recibir a Chiche en la sede de la gobernación. Con esa frase, reveló uno de los puntos del reciente acuerdo con Duhalde, que consiste en “blindar” la provincia, armar una nueva corriente interna, y el 17 de octubre próximo anunciar en forma colectiva a qué candidato apoyará todo el PJ bonaerense.
Hasta entonces, los dos principales referentes del peronismo de la provincia –que no son otros que Solá y Chiche– se preparan para poner en práctica un nuevo programa social, el plan Vida, que les servirá como plataforma para construir consensos y posicionarse políticamente con vistas a las elecciones de gobernador del año próximo. En concreto, el nuevo plan social se basa en el reparto de leche, cereales y alimentos destinados a evitar la anemia infantil que produce la desnutrición. Según el ministro West, el programa tiene presupuestados para este año 170 millones de pesos, y para el año próximo “250 millones”. Ayer, Chiche aseguró que “la única manera de abordar la desnutrición es restituir los alimentos ricos en vitaminas y proteínas”. Claro que hay otra forma de evitar que haya chicos con hambre, pero eso el Gobierno no lo dice.