Mercedes Marcó del Pont maneja el banco más importante del país y es una de las economistas más escuchadas por Cristina Fernández de Kirchner. Esta semana, la Presidenta le demostró su apoyo acompañándola en el lanzamiento de una nueva línea de créditos del Banco Nación. En una entrevista exclusiva con Página/12 reveló que la entidad que preside otorgará préstamos a tasa cero a las pymes que se reciclen para dejar de contaminar el Riachuelo y que está negociando acuerdos con varias provincias para prestar a tasas aún menores al 12 por ciento anual para las pymes del interior. Marcó del Pont está absolutamente alineada con la manera de ver la economía de Néstor y Cristina Kirchner. En este diálogo opinó, además, sobre la inflación, el Indec, las exportaciones, el Estado, la inversión y auguró un crecimiento de la actividad por un mínimo de diez años.

–¿Piensa que la inflación se mantendrá alta por mucho tiempo?

–Creo que lo peor que podemos hacer es ignorar que hay tensiones objetivas, que tienen que ver mucho con las características estructurales de la economía argentina. Permanentemente va a existir esta pulseada por la apropiación del excedente. Y parte de esta pulseada viene por el lado de los precios. Además, hay que tomar en cuenta lo que está pasando con los precios de los alimentos a nivel internacional. No es sólo acá.

–Pero en Europa y Estados Unidos la inflación es del 4 o 5 por ciento anual.

–En algunos países más, hay que ver cómo aumentaron los alimentos en China, en Europa.

–Ninguno de esos países tiene una inflación de alrededor del 18 por ciento, según se estima en el mercado. ¿Cuáles son las razones de que haya llegado a ese nivel?

–Bueno, veamos por parte cuáles son los orígenes de las tensiones en los precios. Por el lado de los alimentos, nosotros tenemos una ventaja competitiva enorme: somos productores. La política de evaluar cómo se trata de preservar el mercado interno de lo que ocurre con los precios internacionales tiene como uno de sus pilares la política de retenciones. Y pienso que las retenciones móviles son un instrumento que nos habilita para estar de manera permanente evitando esa tensión del mercado internacional. Pero hay que evaluar qué está pasando y quién se queda con la gran parte del excedente a lo largo de las cadenas. Por ejemplo, el oligopolio de la comercialización final. Me parece que eso hay que tenerlo muy presente en toda política de regulación interna de precios y de intervención interna.

–¿Qué otro problema está influyendo en los incrementos de precios?

–Creo que también hay que seguir prestando atención a sectores muy concentrados u oligopolizados de insumos difundidos. Debe tener una activa participación Defensa de la Competencia: cómo funcionan, cómo trasladan precios esas compañías.

–¿Entonces se puede bajar la inflación?

–No lo veo como un problema que no sea abordable. Lo veo como una tensión que va a ser permanente. Y si va a estar en forma permanente, entonces, el Estado deberá estar arbitrando, regulando e interviniendo permanentemente. No veo en la Argentina condiciones objetivas para un proceso de espiralización de precios. Eso es así. Entonces, me parece que hay que ir recreando un Estado capaz de intervenir en forma activa en los mercados.

–Dijo permanentemente. ¿Va a durar mucho el actual período inflacionario?

– La Argentina, con este ritmo de recuperación de la masa salarial, no puede pensar en una inflación del 3 por ciento anual. Pero sí en inflaciones moderadas. Me parece que es deseable que se resuelva el cambio de metodología del Indec, que sirva para presentar un índice de precios robusto.

–¿Qué es robusto?

–Robusto. Un índice que sea sustentable técnicamente para recuperar el termómetro.

–¿Creíble?

–Sí, que nos sirva a todos.

–¿Cree que la economía seguirá creciendo por mucho tiempo?

–Estoy convencida. Creo que la Argentina puede seguir creciendo 10 años más sin problema. Estamos en el quinto año de lo que puede ser un período muy largo y no hay razón alguna para pensar que después de estos cinco años tenemos que desacelerar la tasa al 4-5 por ciento. De manera muy simplificada, me baso en todo lo que ha sido el cambio del eje dinámico de crecimiento de la economía mundial. Son una cantidad de condiciones objetivas del funcionamiento de la economía mundial que implican que países como la Argentina y los de Latinoamérica tengan un horizonte muy optimista. Y creo que la política de integración que están planteando los gobiernos del Mercosur es una estrategia absolutamente virtuosa y eficaz para los tiempos que se avecinan. Además, Argentina es el país que mejor navegó la ola del crecimiento gracias al impulso de su mercado interno.

–¿El país está creando las condiciones para seguir aumentando las exportaciones o depende del precio de los commodities?

–Por supuesto que las está creando. La política económica no compró un modelo de aprovechar la ventaja competitiva del tipo de cambio y los precios internacionales para salir a exportar todo y olvidarse del mercado interno. Se creó la lógica mucho más virtuosa del mercado interno como plataforma de inserción y generación de escala para salir a insertarse en el mundo. Por eso el Banco Nación tiene las energías puestas en las pymes con capacidad para colocar saldos exportables.

–¿Piensa que está cambiando el patrón de exportación porque las materias primas siguen dominando el comercio exterior?

–Ha empezado una diversificación notable de las exportaciones. Aunque en porcentajes no se nota por el alto crecimiento del precio de los granos, en valores absolutos las ventas externas industriales crecen de manera constante, como nunca lo hicieron.

–Varios economistas insisten en que este modelo desalienta la inversión. ¿Qué opina?

–El actual coeficiente de inversión sobre el Producto es uno de los más altos de la historia. Puede ser que no alcance para seguir creciendo a tasas del 8 por ciento. Por ese motivo estamos ofreciendo desde el Banco Nación una política para inversión. Porque sabemos que la garantía para que se sostenga el crecimiento es que haya cada vez más inversión. Y más inversión en sectores reproductivos. Le estamos dando prioridad a las pymes, pero estamos armando dentro del banco un área para ver proyectos de otra envergadura, que tengan que ver con otro período de maduración de las inversiones, con la necesidad de otro tipo de ingeniería financiera. Creo que hay que mirar con atención la idea de recrear un gran Banco de Desarrollo, para que al importante crecimiento de la demanda se le responda a través del crecimiento de la oferta.