El justicialismo jugó ayer la carta que impuso el menemismo en el bloque de diputados al proponer como primer tema del orden del día de la sesión el juicio político a la Corte Suprema. La sesión, como pretendían los seguidores del ex presidente, finalmente no se realizó. Si bien el radicalismo continúa con su posición de no dar quórum, ya busca caminos alternativos para destrabar “este problema institucional”. No le disgusta la idea de volver el dictamen acusatorio a la Comisión y pretende que los integrantes de ésta lo soliciten formalmente. Por lo tanto, la impunidad a los supremos deberá esperar por lo menos una semana más.
El bloque oficialista había cedido a la presión del menemismo para frenar la actividad de la Cámara como alternativa para forzar una pronta definición del juicio político a la Corte. Lo consiguió gracias al acompañamiento del duhaldismo. Igual todo indica que esta estrategia no continuará la próxima semana y que volverán a pedir una sesión especial. Esto sucedió un poco por la amenaza de varios legisladores de la oposición –como José Vitar, del ARI– de solicitar también sesiones especiales para el tratamiento de los proyectos que la Cámara está dejando de lado por la indefinición del juicio político, por ejemplo, tarifas, CER y otros temas que están pendientes.
La UCR mantiene su endeble argumento de no bajar porque, según ellos, no están dadas las condiciones para sesionar. “Si bajamos al recinto y el juicio se archiva, el ARI y (Adolfo) Rodríguez Saá nos acusarán de haber colaborado con el Gobierno”, reconoció ayer el titular del bloque, Horacio Pernasetti. De todas formas, ya abrieron canales de negociación que incluyen el enjuiciamiento a dos o tres miembros del tribunal –entre ellos, el más cuestionado de todos, Julio Nazareno–; la otra alternativa que prevén es la devolución del dictamen acusatorio a la Comisión que, según el deseo expresado por los radicales, sean los miembros de ésta quienes lo soliciten.
Ambas posibilidades son rechazadas de plano por el PJ ya que su objetivo, por distintos motivos, no es otro que la impunidad de los supremos. El menemismo lo hace por su alianza con la mayoría automática, el duhaldismo porque no quiere continuar con “la extorsión a la que lo somete la Corte”. El resto de los sectores internos de la bancada acuerdan con darle un corte al tema porque no desean que el duhaldismo designe a los hipotéticos nuevos integrantes del alto tribunal.