La presidenta Cristina Fernández de Kirchner se llevó como material de lectura para el fin de semana largo en El Calafate un “plan integral” que preparó el canciller Jorge Taiana para modernizar el Ministerio de Relaciones Exteriores. Entre otras novedades, en el paper de siete páginas Taiana plantea una propuesta para remozar el plantel de funcionarios de carrera aprovechando que un grupo de los más emblemáticos hombres de “la Casa” alcanzan este año la edad de jubilarse. Luego del escándalo por los autos truchos y errores tales como la visita del dictador de Guinea Ecuatorial, el reclamo de la Casa Rosada fue que se colocara en los niveles de decisión “gente que empiece a pensar como nosotros”, según comentó un alto funcionario a Página/12. El cambio del renunciante vicecanciller Roberto García Moritán por el embajador en Roma, Victorio Taccetti, fue la primera movida en esa dirección.

El canciller mantuvo más de una reunión con la Presidenta y con el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, para analizar los cambios. “Taiana vino con una serie de ideas que nos parecieron muy interesantes”, comentaron luego en Gobierno. Allí desmintieron que Fernández tuviera la intención de meter mano en la Cancillería. Con todo, reconocían que Taccetti es amigo del jefe de Gabinete pero recordaban que también trabajó con Taiana en los equipos de campaña de Néstor Kirchner en 2003.

“Lo que plantearon Cristina y Alberto es que había que promover gente que tuviera una actitud de mayor compromiso”, subrayaban. La advertencia se produjo luego de la renuncia del Director de Ceremonial, Marcelo Pujó, –a quien el juez Norberto Oyarbide citó a indagatoria en la investigación por los superautos– y, en diabólica coincidencia, la dimisión de “Bobby” García Moritán por “motivos personales”, según declaró.

Los hombres de la Casa, como se conoce a la línea de los funcionarios de carrera de la Cancillería, son los involucrados en los escándalos por irregularidades y también, en la visión del Gobierno, los promotores de los errores políticos más cercanos. En el primer rubro brilla el caso de los autos ingresados irregularmente con franquicia diplomática, pero están también las denuncias por los visados a ciudadanos chinos y los investigados por la venta de pasajes. “No hay ningún funcionario designado por esta gestión involucrado en casos de corrupción”, se jactan cerca de Taiana.

En cuanto a errores políticos, en la Casa Rosada todavía tienen atragantado el blooper de la visita del dictador de Guinea Ecuatorial Teodoro Obiang Nguema Mbasogo. Invitado al país como gancho para hacer buenos negocios, su historial provocó la reacción de los organismos de derechos humanos y obligó a Cristina Kirchner hacerle un planteo en público. Los responsables del bochorno, que a Taiana le costó un reto de la Presidenta, fueron funcionarios de la Casa en quienes García Moritán había delegado sus funciones en los últimos tiempos.

“Siempre se dividió así: Taiana manejaba la línea política y García Moritán la organización interna. Acá lo que fallaba era la organización interna, se vio en lo del presidente de Guinea”, explicaban cerca del jefe de Gabinete.

Con el ingreso de Taccetti, imaginaban en la Casa Rosada, apuntaban a conseguir la sintonía fina con el Gobierno que pretendían de la burocracia del ministerio.

Renovación y cambio

Taiana quiere aprovechar la volada para renovar la plana mayor de los hombres de la Casa por gente que se identifique con la política exterior K. A lo largo de este año llegarán a edad de retiro diplomáticos como el ex vice de Guido Di Tella, Fernando Petrella; el ex embajador en Francia, Archibaldo Lanús; el ex representante en la ONU, Arnoldo Listre; quien fuera encargado de Asuntos Ambientales, Raúl Estrada Oyuela y el embajador en Londres, Fernando Mirré, por nombrar los más conocidos de un grupo numeroso. “Son exactamente el tipo de embajadores que no queremos”, englobaban en Gobierno, haciendo referencia a una generación forjada en la competencia a ultranza con Brasil y en una admiración “afrancesada” hacia los países más desarrollados.

Con una importante promoción de embajadores jóvenes, en la Cancillería esperan apuntalar un cambio en la mentalidad de la Casa, con una mirada más latinoamericana y progresista. “Además, vamos a quedar con todos embajadores que tienen aprobación del Senado, ya no va a sobrevivir ninguno designado por una dictadura”, indicaban.

Si bien se trata de embajadores políticos, las designaciones que surgieron en los últimos días, varias de ellas reveladas por Página/12 y aún no oficializadas, dan cuenta de este nuevo rumbo. Darío Alessandro a Perú, César Mayoral a China, Juliana Marino a Cuba y Miguel Talento como cónsul a Miami, dirigentes de pensamiento progresista identificados con el kirchnerismo.

Y los cambios no serán sólo ideológicos. También la búsqueda estará orientada a conseguir una diplomacia más dinámica. Por eso pretenden cambiar la idea de que los consulados son, como se los considera hoy en términos diplomáticos, un destino menor. “Son las ventanillas de atención al público, no se pueden descuidar”, esgrimían en la Cancillería.

Otro punto que figura en el paper de Taiana, ya adelantado, es la recategorización de la subsecretaría de Coordinación, a cargo de Rodolfo “Tojo” Ojea Quintana, que pasará a ser secretaría y dependerá directamente del canciller. De esta forma, explican, jerarquizarán el área administrativa del ministerio y la conducción que, entre otras cosas, reveló los ilícitos que se habían cometido en la Cancillería.

En la Casa Rosada aseguran que pese al batifondo no hay reproches para el trabajo de Taiana. “Como le vamos a recriminar si él fue quien descubrió todo lo que pasaba”, remarcaban cerca de Alberto Fernández. Allí insisten en que el jefe de Gabinete no tiene intenciones de inmiscuirse en política exterior y que todo lo que opina sobre el tema lo dice en reuniones de las que participa el canciller.

No obstante, para quienes buscan argumentos para las internas, esta semana podrán echar mano al viaje que Alberto Fernández emprenderá a Washington para reunirse con el encargado del Departamento de Estado para la región, Tom Shannon, en un gesto que servirá para clausurar formalmente el período de hostilidades en las relaciones con Estados Unidos abierto a partir del caso Antonini Wilson. En un principio, Fernández viajaría junto a Néstor Kirchner. Al bajarse el ex presidente la visita del jefe de Gabinete ahora quedó rara, casi cumpliendo funciones de virtual canciller. En el Palacio San Martín aseguraban que no se preocupaban. Taiana se reunió la semana pasada con el dos del Departamento de Estado y superior de Shannon, John Negroponte. Y luego le tocará acompañar a Cristina Kirchner en su presentación europea como presidenta, cuando viajará a Londres y París. En ese viaje, seguramente, tendrán tiempo para conversar sobre los cambios que se vienen en la Cancillería.