EL PAíS
› LOS RADICALES FRENTE AL JUICIO A LA CORTE
Presión a los gobernadores
› Por Felipe Yapur
“Prácticamente estamos en un empate técnico”, reconoció el presidente de la Comisión de Juicio Político, Sergio Acevedo. La frase hace referencia a que los que promueven la destitución de la Corte Suprema tienen capacidad para juntar el quórum para sesionar pero no para aprobar el dictamen. En cambio, el justicialismo tiene el número para desestimarlo pero no los 129 diputados necesarios para que la Cámara inicie el debate. Para el bloque oficialista, el Poder Ejecutivo tiene la llave para destrabar el conflicto y no es otra que su capacidad para presionar a los gobernadores de la UCR. Algo de ello está sucediendo ya que los únicos diputados opositores que están dispuestos a bajar al recinto provienen de las provincias donde gobierna el radicalismo.
El presidente del bloque radical, Horacio Pernasetti, repite a todos los que le preguntan que su bancada mantiene su decisión de no favorecer el quórum. Sin embargo, también es cierto que a él no le disgusta la idea de que la propia comisión solicite el retorno del dictamen acusatorio, se reescriba y sólo se acuse a algunos de los miembros del alto tribunal. Esto significaría el mal menor para la conducción radical y les permitiría “salvar la ropa”. Pero es difícil que se concrete. Los diputados del ARI y del PJ que firmaron el dictamen acusatorio rechazan de plano esta posibilidad y presionan a sus colegas radicales para que no flaqueen en su primera decisión.
El menemismo no acepta entregar a ninguno de los jueces de las mayoría automática y mucho menos que el dictamen retorne a la comisión hasta el próximo gobierno. “La espada de Damocles no se desactiva, permanece presente y eso es inaceptable”, reconoció a este diario uno de los más conspicuos representantes del menemismo. Por lo tanto, todas las miradas apuntan a los radicales y más precisamente a los gobernadores de ese partido. En el bloque del PJ consideran que el trabajo de convencer a los gobernadores de la UCR corresponde al gobierno nacional. Estos especulan que esa presión surta efecto durante los próximos días. Tal es el optimismo que ya solicitaron una nueva sesión especial para el miércoles a las 11.30.
Sin duda, algo ya está sucediendo. Ya existen diputados radicales que expresaron su deseo de bajar al recinto y provienen de provincias gobernadas por el centenario partido. Uno de ellos es Víctor Fayat de Mendoza, donde gobierna Roberto Iglesias. También está Fortunato Cambareri que responde a José Luis Lizurume de Chubut. El tercero es el cordobés Luis Molinari Romero. Por ahora este trío consiguió muy pocas adhesiones, insuficientes como para que la Cámara pueda sesionar tal como desea el justicialismo.