Los buzos especializados de la Policía Bonaerense buscaron ayer algún rastro de Jorge Julio López en un arroyo cercano a la localidad de Ignacio Correa, en las afueras de La Plata. El “rastrillaje acuático” duró todo lo que permitió la luz solar, aunque no arrojó ningún resultado. De todos modos, el procedimiento que comenzó el martes, a partir de la declaración de un nuevo testigo de identidad reservada, seguirá hoy. Los investigadores consideran “verosímiles” los dichos de este testigo que habría mencionado la “pista policial” como responsable de una “operatoria por encargo”, en supuesta alusión al secuestro del testigo desaparecido desde hace poco más de un año y medio, luego de declarar contra el represor Miguel Etchecolatz.

Cinco fueron los buzos que trabajaron junto a personal de la policía científica, pero como la jornada amaneció con llovizna no pudieron utilizar un equipo especial destinado al rastrillaje de objetos en el fondo de ese curso de agua. En tal sentido, el hijo del testigo, Rubén López, dijo que hoy “se utilizará equipamiento tecnológico que provee el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, que posibilita rastrear el lecho del arroyo”. Y agregó que “se llegó a ese lugar “a partir de la declaración de un testigo de identidad reservada que aportó datos muy creíbles y precisos”. En su declaración habría dicho que escuchó a dos personas comentando que habían tirado un cuerpo al arroyo, según pudo averiguar Página/12 a través de un investigador que no trabaja en Tribunales.

Al juez federal Arnaldo Corazza también le resultó creíble la declaración de este testigo, aportado por el coordinador de las fuerzas que integran la unidad especial de búsqueda del testigo, el comisionado Carlos Prost, y por eso ordenó el procedimiento que en su primera jornada contó con la presencia del ministro de Seguridad bonaerense, Carlos Stornelli. Sin embargo, no hay ningún funcionario judicial participando de la “diligencia”. “Para evitar cuestionamientos posteriores a la actuación de la policía debería estar presente la fiscalía o algún empleado del juzgado pero no sabemos por qué no acudieron”, admitió a Página/12 otro de los investigadores. De hecho, la querella de Justicia Ya! apeló la decisión de Corazza de no apartar a la bonaerense del caso porque sostiene que las mayores irregularidades en la investigación, que entorpecieron, desviaron y frustraron las principales pistas fueron cometidas por la policía de la provincia. Pero la Cámara Federal platense debe resolver antes la recusación de los camaristas Alberto Durán y Alicia Di Donato.

Hoy a primera hora los buzos volverán a sumergirse en el arroyo El Pescado, en ese pueblo de 400 habitantes, en su mayoría tamberos y quinteros, ubicado a 17 kilómetros al sur del centro de La Plata.