Dom 15.09.2002

EL PAíS  › HOY SE VOTA EN SANTIAGO DEL ESTERO

Por el sexto mandato

El eterno Carlos Juárez no se candidatea hoy. Pero aunque la fórmula oficial busca la reelección de su protegido, Díaz, ahora acompañado de la propia mujer del anciano caudillo, todo el mundo en la provincia sabe quién manda. El único misterio es si el justicialismo ganará o perderá en la capital y en La Banda, el resto está asegurado por el sistema.

› Por Nora Veiras

“Compañeros y compañeras, no sé por qué mi espíritu estremecido pareciera en este momento recibir mensajes del infinito... Mi general, descanse usted en paz. Su ejército de Santiago está listo para la batalla del domingo”, dijo con su voz ronca y su tono pausado Carlos Juárez, y su ejército lo ovacionó. El no es candidato a gobernador pero lo es. “El doctor va por el sexto mandato”, explica un remisero y no se equivoca. Las cartas están echadas para que hoy gane la fórmula Carlos Ricardo DíazMercedes Marina “Nina” Aragonés de Juárez. El actual gobernador y “La Señora” le garantizarán al veterano caudillo seguir manteniendo el poder a pesar de sus achacados 86 años. La disputa está centrada en quién ocupará el segundo lugar. Otras seis fórmulas pretenden seducir a los 517.358 santiagueños habilitados para votar. El radical José Zabalía, el arista Mario Bonacina y Héctor “Chabay” Ruiz, ex frepasista ahora en un sublema peronista, son los mejores posicionados para secundar a los juaristas.
El resultado está tan cantado que ni encuestas se hicieron. Esa realidad hace que estos comicios no puedan tomarse como anticipo del proceso electoral nacional. Santiago del Estero tiene una lógica amasada al calor de un poder cuasifeudal y clientelista. Una lógica elemental y efectiva: el 80 por ciento son empleados del Estado, de ese total más de la mitad son contratados que, si quieren conservar el trabajo, tienen que votar al oficialismo. “Los santiagueños no quieren reconocer que tienen miedo a tener miedo”, solía repetir el obispo Gerardo Sueldo, histórico opositor a Juárez hasta su muerte en un accidente. “No debemos votar usando el estómago, ni el bolsillo”, advirtió ahora el obispo de Añatuya, Antonio Baseotto.
“Los pobladores les alcanzan la soga a los verdugos”, sintetiza el historiador y escritor Raúl Dargoltz, que avanza en la descripción sobre el interior rural. En los obrajes sigue siendo, como a principio del siglo pasado, que alguien se queda con las libretas de enrolamiento y “las lleva” a votar. Antes repartían casas y empleo público, ahora la gente tiene la esperanza de conseguir lo mismo pero sólo le dan bolsas de comida.
Juárez adelantó las elecciones previstas por la Constitución para diciembre del 2003 amparándose en la “emergencia política” derivada de los cinco presidentes que se sucedieron en el país en escasos diez días. De esa forma descolocó a toda la oposición, perdida en incomprensibles disputas internas, y se aseguró el triunfo. “Sabés qué pasa. El Viejo es vivísimo, los primereó a todos. Ahora van a tener que venir los precandidatos del PJ a negociar con él. Si esperaba, imaginate que el que gane en marzo a nivel nacional iba a tratar de hacer pie aquí”, explica un peronista mientras renueva su admiración porque “los hace bailar a todos a su ritmo”.
Protector ilustre
“¿Qué más quieren que les dé? Ya les he dado todo”, suele decir Juárez. Quizá por eso la Legislatura lo haya designado con títulos que evocan a dos siglos atrás: él y su esposa son “Protectores Ilustres del Pueblo”, además de “Líderes conductores” y “Ciudadanos beneméritos”. “Detrás de cada gran hombre siempre hay una gran mujer”, dijo, modesto, Juárez al presentar a su esposa en el acto de cierre de campaña y siguió: “Evita les dio el voto femenino a las mujeres, y esta otra Evita, más chiquita, llevó el cupo femenino al 50 por ciento. Evita puso énfasis en la acción social, y esta otra Evita, más chiquita, ha creado innumerables comedores infantiles. Yo no hubiera podido gobernar –confesó Juárez–, si no la hubiera tenido a Nina a mi lado”. La influencia de “la señora” tiene en esta elección una expresión que deja en ridículo al actual gobernador y candidato del PJ: el nombre de Carlos Díaz aparece chiquito en la boleta electoral mientras que el de ella reluce en tipografía catástrofe. El propio Díaz se confesó emocionado por “la fiesta juarista” del cierre de campaña y agradeció la confianza que lo colocó al frente del gobierno provincial cuando Juárez renunció en octubre pasado para ocupar una banca en el Senado. Su paso por la Cámara alta duró poco y volvió como “asesor” del Ejecutivo y el Legislativo a la provincia. Dicen que no soportó en Buenos Aires el escrache que le hicieron en un shopping y prefirió recluirse en su feudo.
Dados cargados
En las elecciones, los santiagueños elegirán gobernador y vice, diputados provinciales y convencionales constituyentes. Con la reforma constitucional del ‘97, el juarismo ya se aseguró el control de todos los cargos electivos. De los 50 legisladores y convencionales, 22 se eligen por distrito único –se distribuyen dos tercios para el que gana y un tercio por sistema D’ont para las minorías–, y 28 por cada una de las seis circunscripciones definidas según la conveniencia electoral del oficialismo. En el caso de las circunscripciones, la mayoría siempre se queda con 3 cargos y la primera minoría con 1, excepto en la zona 1 que engloba a la Capital, Guasayán y Silípica, donde el que gana se asegura 5 puestos y el que pierde 3.
El juarismo tiene 35 de los 50 legisladores y se presentan para renovar mandato 32. En el caso del PJ, los postulantes a convencionales son los mismos. En rigor, la Convención se reunirá para modificar la Constitución y así legitimar los comicios que se realizarán hoy. De hecho, por la ley de emergencia política, que votó sólo el juarismo, modificaron la Carta Magna provincial. Pero como la Justicia es controlada obviamente por el mismo sector, en Santiago tendrá lugar la primera reforma constitucional retroactiva de la historia. Una perlita más.
En octubre pasado, el Frente Justicialista obtuvo 165.124 votos, el Frente de Unidad Popular (UCR) 86.791, el Frente de Unión para el Cambio (Fucam, que hoy representa Ruiz) 22.452, el Frente Cívico para una República de Iguales (ARI) 12.923, el Frente de Liberación (peronistas) 11.136, Memoria y Participación 6423 y Izquierda Unida 3749 votos.
El radicalismo gobierna en la capital provincial y en La Banda, entre las dos ciudades reúnen el 43 por ciento del electorado pero en la Capital el compañero de fórmula de Zavalía que se quedó a cargo de la intendencia cunado él renunció, Gerardo Zamora, llamó a votar por Juárez. El caudillo se lo agradeció: “hay que aunar los sentimientos y por ello felicito a los intendentes radicales (Gerardo) Zamora y (Luis) Fernández, que sin que yo se los pidiera han salido a defender mi persona”.
Candidatos
“Yo voy a luchar para ganar, no para el segundo lugar”, dice Zabalía convencido de que el juarismo lo ahogó presupuestariamente y adelantó las elecciones para impedir que él pudiera rearmarse con el objetivo de la gobernación del 2003. Después de lamentarse porque “no tenemos un peso, al Comité Nacional de la UCR se cortaron los teléfonos, debe 200 mil pesos”, a Zabalía parece no preocuparle que hace apenas nueve meses renunció a la intendencia acosado por la protesta de municipales por la falta de pago de salarios y por denuncias de “clientelismo” en la designación de cargos. “Voy a revalidar mi título y le voy a hacer un gran servicio a mi partido para demostrar que la UCR no está muerta”, repite. Recibió la visita de Angel Rozas, Mario Losada, Carlos Maestro y el apoyo del gobernador de Catamarca, Oscar Castillo, y del propio Rozas desde Chaco para fiscalizar las mesas en los pueblitos fronterizos. Más allá de los deseos del senador que si pierde tiene asegurados siete años de mandato en la Cámara alta, la disputa aparece centrada en el segundo puesto. Ahí talla otro ex radical, ex intendente de Santiago y ex cuñado de Zabalía, Mario Bonacina, quien se candidatea por el ARI con Azucena Brunello de Zurita. “Nosotros consideramos que somos la segunda fuerza aunque luchamos por la primera. El juarismo presiona no sólo con el despliegue de recursos sino con el miedo y la dádiva que es el instrumento para cambiar el voto”, explica Zurita y cuestiona al radicalismo que después de haber repudiado la Ley de Lemas “presenta diecinueve sublemas si se suman todas las circunscripciones”. La diputada Elisa Carrió estuvo cuatro días recorriendo la provincia con Bonacina y Brunello de Zurita.
Héctor “Chabay” Ruiz fue dos veces intendente de La Banda, se acercó a Carlos “Chacho” Alvarez y en esta elección va como uno de los sublemas del Movimiento Viable que apoya a nivel nacional la precandidatura de Néstor Kirchner. El gobernador santacruceño también respalda al justicialista Ramón Vargas, hasta hace pocos meses mano derecha de Juárez en la Legislatura quien se peleó y formó el Partido 26 de Julio. Ruiz prefiere no confrontar con Juárez porque “el candidato es Díaz, la gente tiene que saber que Díaz es el que va a gobernar, no Juárez. De Juárez sólo puedo decir que él alcanzó sus objetivos, la provincia no”. Ruiz destaca la necesidad de ahorrar 84 millones en el gasto público y en la posibilidad de aumentar en 28 millones de pesos la recaudación.
También se presenta la Unidad Socialista con Aldo Bravo y Isabel Vera de Lazzari y la Izquierda Unida con Carlos Calo y Cristina Urquiza.
Final anunciado
En la Casa de Gobierno ayer ya estaban preparando la fiesta. La tradición indica que Juárez y su consorte salen al balcón y la multitud delira. Díaz se acomodorá a un costadito, como en la boleta electoral. Y Juárez repetirá una vez más una de sus máximas: “Estoy condenado a gobernar”.
–¿Qué va a pasar cuando Juárez se muera?, es la pregunta que perturba a muchos e ilusiona a otros tantos.
–Va a ser un despelote bárbaro –sintetizan todos.

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