No será un viaje a la estratosfera, ni a la atmósfera, ni a Japón, como él fantaseaba hace muchos años cuando prometía una plataforma de lanzamiento de naves espaciales. Todo indica que Carlos Menem aterrizará primero en un destino mucho más próximo: el banquillo del megajuicio oral que comenzará pronto por la venta ilegal de armas a Ecuador y Croacia. La Sala B de la Cámara en lo Penal Económico está muy cerca de dictar un fallo que podría allanar el camino para que el ex presidente sea incorporado a las audiencias en las que se juzgará esta historia emblemática de la corrupción argentina, a la que no le faltaron ingredientes cinematográficos (pero bien reales), como muertes dudosas, atentados, presos afamados, prófugos, además de muchas idas y vueltas judiciales.

Menem fue procesado en esta causa en septiembre del año pasado por el juez Rafael Caputo, que le trabó un embargo record de 360 millones de pesos y le prohibió salir del país. Le adjudicó el delito de contrabando agravado por haber firmado los tres decretos secretos que entre 1991 y 1995 permitieron el envío ilegal de 6500 toneladas de armamento a Ecuador y Croacia, dos países para los que estaba prohibida la provisión de material bélico. Ecuador estaba en guerra con Perú, en el marco de un enfrentamiento histórico conocido como Guerra del Cóndor, en el que Argentina actuaba como garante de paz junto con otros países latinoamericanos. Croacia tenía un embargo de Naciones Unidas por ser parte de un conflicto en los Balcanes. En los papeles figuraban dos destinos falsos: Panamá y Venezuela.

Después de trece años de vericuetos legales, ya hay 14 acusados en condiciones de enfrentar al Tribunal Oral en lo Penal Económico 3 (TOPE 3), entre ellos el ex asesor y cuñado presidencial Emir Yoma, el traficante de armas Diego Palleros y el ex interventor de Fabricaciones Militares Luis Sarlenga. Pero para que el desfile goce de la presencia del ex presidente falta un paso fundamental: que la Cámara defina si convalida su procesamiento. Según pudo saber Página/12, el tribunal estaría cerca de tomar una decisión, que quizá sobrevenga en los próximos días, tal vez un par de semanas.

A juzgar por la tradición de la sala que debe pronunciarse (la integran Gustavo Hornos, Marcos Gravibker y Carlos Pizzatelli), Menem tiene motivos para estar intranquilo. Fue la que en 2001 le ordenó al ex juez Julio Speroni que lo indagara por el contrabando y la que tres años más tarde anuló de oficio el sobreseimiento con que el mismo magistrado lo había beneficiado. Una y otra vez insistió para que el juzgado profundizara la investigación sobre toda la maniobra. Y, en cierta medida, fue guía hacia el procesamiento del ahora senador.

El juicio tiene una fecha de inicio prevista y es el cercano 6 de mayo. Pero según comentarios de allegados al expediente, el Tribunal Oral evalúa postergarlo un mes o un mes y medio más, porque eso ayudaría a resolver varias cuestiones burocráticas. Entre ellas, la incorporación al proceso de algunos otros personajes, cuyos trámites de elevación a juicio se encuentran más avanzados que el de Menem pero no lo suficiente como para estar listos dentro de diez días. Uno de ellos es el ex ministro de Defensa Oscar Camilión y otro, el ex funcionario de Cancillería Enrique de la Torre.

Menem, anticipándose a lo que puede depararle el futuro, ya presentó una batería de recursos y planteos ante el juez Caputo para intentar embarrar la cancha. Por empezar, cuestionó el pedido de elevación a juicio de la fiscal Alicia Sustaita y de la Aduana, que es querellante. Alegó que la firma de un decreto no implica responsabilidad sobre su ejecución (adónde fueron las armas) y objetó una peritaje ordenado por el magistrado, entre otras tantas cosas. Según fuentes judiciales, nada de esto impediría el juzgamiento en puerta. De todos modos, la última palabra sobre quién entra o no al juicio la tiene el TOPE 3. En el peor de los casos, lo juzgarían en una tanda aparte, con posterioridad.

Camino sinuoso

La “causa armas”, como se la conoce, nació con una denuncia que presentó el abogado Ricardo Monner Sans el 15 de marzo de 1995, el mismo día que murió Carlos Menem Jr. El expediente, que señalaba la posible venta ilegal de fusiles y cañones de Fabricaciones Militares a Ecuador y Croacia, quedó en manos del ex juez Jorge Urso y el fiscal Carlos Stornelli, actual ministro de Seguridad bonaerense. Otra línea de investigación, en rigor, se había iniciado en Córdoba, a cargo del juez de Bell Ville Edgardo Fili-ppi, que analizaba la destrucción de un cargamento de pólvora procedente de Río Tercero. El 3 de noviembre de 1995, sobrevino en esa ciudad la explosión en la Fábrica Militar que, se sospecha, fue un acto deliberado para ocultar el faltante de armas enviadas a Ecuador y los Balcanes. A Croacia, por ejemplo, se enviaron cañones del Ejército a los que se les quitaba el número de serie y el escudo. Por último, el propio Gobierno hizo una denuncia. Primero intervino Marcelo Aguinsky, luego Speroni.

Del ex juzgado de Urso fue de donde surgieron las medidas más impactantes, después de que Sarlenga confesara su participación en 2001. Sin ir más lejos, Menem estuvo preso en la célebre quinta que el prestó Armando Gostanian en Don Torcuato. También estuvieron detenidos Yoma, el ex jefe del Ejército Martín Balza y el fallecido titular de Defensa Erman González, entre otros. La acusación era por asociación ilícita. Finalmente, la vieja Corte Suprema, en base a un voto del ex juez Augusto Belluscio, liberó a Menem y Yoma y mandó a unificar la causa al fuero penal económico.

En el ínterin, el traficante Palleros estuvo prófugo hasta 2004 y sigue en esa situación su “colega” Jean Bertrand Lasnaud. Ambos estaban estrechamente vinculados en el negocio de las armas al capitán retirado Horacio Estrada, que apareció sugestivamente muerto con un tiro en la sien en 1998. La otra llamativa muerte en esta trama fue la de Lourdes Di Natale, la ex secretaria de Emir Yoma, que cayó de un décimo piso. Su aporte había sido clave. Dio pistas certeras sobre la ruta del dinero, cuando acusó a su ex jefe de haber cobrado coimas por 400 mil dólares en la venta de armas.

Cuesta arriba

El delito que estará en juego en el juicio es contrabando agravado y, como prevé de 4 a 12 años de cárcel, puede derivar en penas de cumplimiento efectivo. Si el ex presidente fuera condenado con una pena elevada siendo senador, los jueces tendrían que pedir primero su desafuero. Y aun así, por su edad (77 años) le tocaría una vez más el beneficio del arresto domiciliario. Los cálculos más optimistas dicen que las audiencias se extenderán por unos seis meses, teniendo en cuenta que hay un listado de 450 testigos. Según las pruebas de la maniobra, presentadas el año pasado ante el Tribunal Oral por el fiscal general Mariano Borinsky, que actuará en el debate público, el perjuicio que sufrió el Estado fue de 400 millones de pesos.

En la fiscalía vienen intentando desde hace rato que el juicio se haga de una buena vez, pero parecerían dispuestos a tolerar una breve postergación si eso permite agregar más acusados en esta primera etapa. Y si se resuelve otro asunto: la “inestabilidad” del TOPE 3, integrado por dos subrogantes, Horacio Artabe y Luis Imás, y un juez titular, Héctor Acuña, que presentó la renuncia para jubilarse la semana pasada. Imás es un abogado de la matrícula y su mandato –como el de todos los suplentes que no son jueces– caería el 24 de mayo por un fallo de la Corte que obligó al Congreso a dictar una nueva ley de subrogancias, cosa que no hizo. El tribunal tiene un cuarto juez conocedor del expediente asignado para un eventual hueco. El problema es si los huecos se duplican.

Entretanto, Menem tiene otro juicio en puerta, que se haría en agosto o septiembre. Será acusado ante el Tribunal Oral Federal 1 de ocultar bienes en su declaración jurada patrimonial: una cuenta millonaria en Suiza, dos cuentas bancarias en La Rioja, dos aviones ultralivianos, acciones de Telecom y Telefónica, una Trafic, un Fiat 147 y dos inmuebles en territorio riojano. Por esta investigación tiene una inhibición general de bienes.

En marzo de 1996 la denuncia penal sobre la venta ilegal de armas llevaba un año de trámite en el fuero federal. Fue entonces, al inaugurar el ciclo lectivo en Salta, que Menem lo dijo: “Dentro de poco tiempo se va a licitar un sistema de vuelos espaciales mediante el cual desde una plataforma, que quizá se instale en Córdoba, esas naves van a salir de la atmósfera, se van a remontar a la estratosfera, y desde ahí elegirán el lugar donde quieran ir, de tal forma que en una hora y media podremos estar en Japón, Corea o en cualquier parte del mundo y por supuesto, más adelante en otro planeta si se detecta vida”. ¿Estaría planeando la fuga?