Los dirigentes rurales esperaban ansiosos la reunión con el Gobierno. Se sentían fortalecidos por el acto multitudinario que encabezaron el domingo en Rosario y estaban dispuestos a subir la apuesta. Durante la mañana de ayer resaltaron que para solucionar el conflicto era necesario dar marcha atrás con la suba de las retenciones, dejando en segundo plano propuestas más conciliadoras que habían elaborado para intentar aminorar el impacto que les provoca la medida. Sin embargo, antes del mediodía, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, anunció que el encuentro quedaba cancelado. “Ayer (por el domingo) rompieron el diálogo, con todas sus amenazas e imposiciones”, aseguró. La jugada oficial modificó el escenario y desconcertó a los ruralistas. Lo primero que hicieron fue denunciar “una provocación”. Después se reunieron en la sede de Confederaciones Rurales para analizar los pasos a seguir, pero luego de cuatro horas de discusiones evitaron convocar a nuevas medidas de fuerza. Se limitaron a remarcar que esperan “explicaciones por este desplante” e informaron que hoy por la mañana seguirán evaluando la situación.

El conflicto se ha convertido en una partida de ajedrez. Ninguna de las partes quiere dar el brazo a torcer, pero mueven sus fichas con extremo cuidado para “pasarle la pelota al otro” y eludir responsabilidades por la continuidad de la crisis. Eso fue lo que hizo el Gobierno ayer.

El acto de Rosario había puesto eufóricos a los ruralistas, quienes ayer por la mañana decidieron jugar fuerte de cara a la reunión que tenían prevista con el Gobierno. “El país no aguanta más un conflicto inútil, ¿hasta cuándo vamos a seguir con esta payasada de hablar de mercado a término y compensaciones, pero no de retenciones? Basta”, afirmó Ricardo Buryaile, vicepresidente de Confederaciones Rurales, en una radio porteña. “Es necesario volver al 35 por ciento fijo de retenciones”, dijo Luciano Miguens, titular de Sociedad Rural, por otra emisora. Esas declaraciones, sumadas a los durísimos discursos pronunciados en Rosario por Eduardo Buzzi, titular de Federación Agraria y Mario Llambías, de CRA, llevaron al Gobierno a decidir la suspensión de la reunión.

“No se puede dialogar con dirigentes que, de antemano, dicen que sólo van a aceptar que se haga lo que ellos quieren”, afirmó Alberto Fernández. “El Gobierno no quiere discutir las retenciones y por eso canceló la reunión con el argumento de que en el acto de Rosario se escucharon agresiones”, retrucó Miguens. La decisión oficial desorientó a los empresarios, quienes de pronto vieron como el acto del domingo y las exigencias que pensaban plantear habían pasado a un segundo plano.

La primera reacción de la comisión de enlace que agrupa a las cuatro entidades del campo fue un comunicado. “Instamos a nuestras bases a mantener, más que nunca, el Estado de alerta y movilización, sin caer en esta nueva provocación. Debemos mantenernos firmes y unidos para no ser funcionales a quienes nos quieren responsabilizar de la generación del caos en nuestro país”, afirmaron. Por la tarde, fueron llegando a la sede de Confederaciones Rurales a evaluar la situación. El encuentro formal comenzó a las 18 cuando llegó Mario Llambías. Durante cuatro horas los ruralistas evaluaron el nuevo escenario planteado por el Gobierno, pero finalmente decidieron pasar a un cuarto intermedio para hoy sin dar mayores definiciones.

La reunión se extendió más de lo previsto porque los ruralistas especularon con la posibilidad de que Cristina Fernández anunciara medidas unilaterales para el sector, pero durante el discurso que dio la Presidenta ayer por la tarde no hizo ninguna mención directa al campo. Una vez que confirmaron que no habría anuncios evaluaron distintas alternativas.

Una opción fue convocar a un nuevo lockout, pero los dirigentes lo descartaron pues creen que el Gobierno los quiere forzar a tomar esa decisión para mostrarlos como intransigentes frente a la opinión pública. Otra alternativa que se barajó fue enviarle un pedido de audiencia a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Esa propuesta tuvo mayor aceptación, pero finalmente también fue descartada y se decidió postergar las definiciones para hoy. Eduardo Buzzi fue el encargado de comunicar la novedad. “La comisión de enlace espera explicaciones por este desplante”, sostuvo. Luego agregó que “hay una voluntad muy fuerte de manifestar el descontento”, pero se negó a adelantar si van a volver a las rutas.