EL PAíS › DETUVIERON AL REPRESOR DE LA ESMA RAUL AGUSTIN CEJAS
La detención se produjo una semana después de que el colectivo Justicia Ya! hiciera público su nombre y dirección. Los sobrevivientes lo habían reconocido en una foto en el Juicio a las Juntas, pero nunca había estado en prisión.
› Por Diego Martínez
Veintitrés años después de que los sobrevivientes de la Escuela de Mecánica de la Armada reconocieran su fotografía durante el Juicio a las Juntas, décadas durante las cuales gozó de absoluta impunidad, la Policía Federal detuvo a Raúl Agustín Cejas, suboficial de Inteligencia de la Armada denunciado como torturador e integrante de las patotas del G.T. 3.3.2 durante la última dictadura militar. La detención, ordenada por el juez federal Sergio Torres, se produjo una semana después de que el colectivo de organizaciones Justicia Ya! hiciera público su nombre, apellido y dirección. El magistrado confirmó a PáginaI12 que Cejas fue detenido el miércoles por la noche en su casa de Capital Federal. “El peso de aportar los datos sigue recayendo en los sobrevivientes”, lamentó ayer Enrique Fukman, quien recuerda a Cejas con el alias “Leo” como miembro del grupo que lo secuestró y participó luego de su primera sesión de torturas.
Cejas fue fotografiado en la ESMA por el sobreviviente Víctor Melchor Basterra, obligado a trabajar por sus captores. Los negativos que Basterra sacó arriesgando su vida durante las primeras salidas transitorias fueron publicados en 1984 en un dossier del Centro de Estudios Legales y Sociales. En 1985, ante la Cámara Federal de Capital Federal que juzgó a los ex comandantes, varios sobrevivientes reconocieron cada una de esas fotos. Pero al momento de sancionarse las leyes de impunidad la Justicia no había ordenado su detención. En octubre de 2005, tras la reapertura de la megacausa ESMA, el fiscal Eduardo Taiano lo incluyó en su dictamen. “Cejas, alias Leo, sosías Ramón Carnesalli. Suboficial segundo de Infantería y auxiliar de Inteligencia del G.T. 3.3.2 de la ESMA, donde fue visto entre 1977 y 1983”, escribió.
En diciembre, cuando la imagen de Carlos Lordkipanidse apareció en los medios tras la muerte por envenenamiento del prefecto Héctor Febres, una persona lo llamó para denunciar que conocía el paradero del represor. “Me contó que pese a ser jubilado de la Armada y no tener otra ocupación conocida era dueño de varias propiedades y autos, incluido un Chevrolet Meriva cero kilómetro”, recordó Lordkipanidse. El jueves pasado, en conferencia de prensa, Justicia Ya! hizo públicos los nombres de siete represores cuya detención había solicitado, sin éxito, al juez Torres. La denuncia incluyó la dirección de Cejas. “Pedimos su detención en forma urgente para que no se profugue”, contó la abogada Myriam Bregman.
“Era el típico zumbo de la Marina: pelo crespo, ojos achinados, tremenda cara de hijo de puta y una característica especial: el blanco de los ojos era en su caso completamente amarillo, tal vez por alguna enfermedad hepática”, recuerda Lordkipanidse, quien reconoció su foto en 1987 a instancias del entonces fiscal Julio Strassera durante la instrucción de la causa ESMA que truncaron poco después las leyes de punto final y obediencia debida. “Me dio máquina después de llegar a la ESMA por una cuestión totalmente banal: que le dijera cómo hacerse de un Fiat 600 de la empresa gráfica donde yo trabajaba. Había encontrado una copia de la llave en mi casa y era evidente que lo quería para él, ya que a la Armada no le servía como vehículo operativo. Yo gritaba que no lo tenía pero me reventó, era absolutamente insensible a cualquier ruego”, agregó el sobreviviente. En los primeros meses de 1979 fue también “Leo” quien le comunicó a Lordkipanidse que sería trasladado a cumplir labores de su especialidad, la fotografía, mientras que su mujer sería asignada a trabajar en el archivo periodístico de la “Pecera”.
“Era un tipo callado, muy cerrado. Durante nuestro trabajo esclavo en la ‘Pecera’ teníamos trato diario con él porque era uno de los suboficiales de la guardia de Inteligencia. Se ocupaba, junto con Hormiga González, del manejo de las fichas y del movimiento de los secuestrados. Además era buzo táctico, él lo comentaba”, recordó Cachito Fukman, secuestrado el 18 de noviembre de 1978. “Participó de mi secuestro y también estuvo presente durante las sesiones de tortura que conducían los oficiales. Los suboficiales participaban como apoyo”, agregó. Fukman recordó haber visto su foto durante el Juicio a las Juntas en 1985. “¿La Justicia nunca le preguntó a la Armada quiénes eran los tipos de la foto? Todos miran para arriba. Hasta que los sobrevivientes no entregamos el último dato el Estado no hace nada. El de Cejas es apenas el último caso”, razonó.
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