Pidieron de todo: la apertura del corralito, la implementación de un seguro de desempleo con capacitación laboral, la restitución del 13 por ciento del salario a los jubilados y estatales y la profundización de la “emergencia alimentaria y sanitaria” para atender a los sectores más desprotegidos. Pero el reclamo principal de Rodolfo Daer, titular de la CGT oficial, y de los “gordos” que ayer se reunieron con el presidente Eduardo Duhalde fue la “desdolarización” de la economía para que el país salga adelante. Duhalde nunca tuvo mucho feeling con las centrales sindicales, pero el diálogo que vienen manteniendo desde que el ex gobernador bonaerense asumió la presidencia prueba la capacidad unificadora no ya del amor, sino de la recesión más larga de la historia argentina.
Del encuentro, que se realizó en la sala de Situación de la Casa de Gobierno, participaron el ministro de Trabajo, Alfredo Atanasof, y el coordinador general de la Unidad Presidente, José Pampuro.
Por la central obrera estuvieron, además de Daer, Carlos West Ocampo, Armando Cavalieri, Gerardo Martínez, José Luis Lingieri, Raimundo Hermoso, Oscar Lescano, José Pedraza y Diógenes Salazar. Ayer, Duhalde se reunió sólo con algunos miembros de la CGT oficial. En tiendas de Hugo Moyano, líder de la CGT rebelde, juraban que el camionero no había hablado en toda la tarde con “Rodolfito”, como le dicen a Daer, motivo por el cual los colaboradores del sindicalista prefirieron no opinar sobre esa reunión.
En un reportaje que concedió a este diario un mes antes de las elecciones legislativas de octubre, Duhalde opinó sobre Moyano y Daer. Al primero lo definió así: “El negro es un luchador, un peleador”, dijo. Del segundo, al que ayer recibió en la Casa Rosada, opinó lo siguiente: “Pelea un poco menos”. Vueltas que da la vida, la posición más dialoguista que se le atribuye a la central oficial respecto de la rebelde le viene ahora al Presidente como anillo al dedo teniendo en cuenta que si hay algo que le sobra a Duhalde son frentes de confrontación.
Daer reafirmó ayer la decisión de la central obrera de “defender el poder adquisitivo de los asalariados”, y reclamó “desdolarizar” la economía para que el país salga de la crisis. Luego de reunirse en la Casa Rosada con el presidente Eduardo Duhalde, sostuvo que los integrantes del Consejo Directivo de la CGT le pidieron al jefe del Estado la “profundización de la emergencia alimentaria y sanitaria” para atender a los sectores más desprotegidos, así como una nueva ley de entidades financieras para “resguardar a la banca nacional”. Daer dijo que también le reclamaron a Duhalde la implementación de un seguro de desempleo con capacitación laboral para sacar de la exclusión a los desocupados e “incorporarlos al sistema”. Y agregó que demandaron la restitución del descuento del 13 por ciento a jubilados y estatales. Sobre este último tema, el Presidente afirmó que “cuando se recomponga la recaudación, uno de los objetivos del Gobierno es satisfacer esa demanda”.
Los “gordos” solicitaron además la apertura del “corralito” financiero para “monetizar al país” y se manifestaron preocupados por la falta de circulante. En la reunión, Duhalde ratificó su voluntad de crear una “nueva alianza con los sectores productivos y del trabajo” en la que “el sistema financiero esté al servicio de esta alianza”.
Los sindicalistas pidieron ya no la derogación de la reforma laboral, sino la eliminación de “los efectos negativos” de esa norma aprobada durante el gobierno de la Alianza. Por último, el titular de la CGT oficial apoyó el proyecto de ley de quiebras que las suspende por 180 días, y pidió una “autocrítica” de los organismos internacionales y apuntó directamente contra el FMI y el Banco Mundial, al señalar que la política de “ajuste tras ajuste” planteada por estas entidades terminó provocando la renuncia del radical Fernando de la Rúa después de varias jornadas de saqueos y muertes.